Capítulo 2 Señor Arrogante II

2548 Words
ALEXA HARRIS Escucho a la profesora de historia hablar de los grandes pilares de nuestra nación, Susan me mira con cara de fastidio, ambas estamos sentadas al fondo, muertas de aburrición. Gracias a Dios la clase termina y regresamos al departamento, me siento en el sofá y Susan a mi lado. Es mi mejor amiga, la conozco desde que entramos a la universidad, vivimos juntas desde entonces, es muy centrada y estudiosa, además de guapa y divertida. Su rojiza melena le llega a los hombros, tiene unas amplias caderas y varias pecas en su pálida piel, es perfecta. Yo soy una muchacha común y corriente, mi largo cabello castaño claro y las puntas con mechas rubias me llega a la cintura, mis ojos son verdes, mi cintura pequeña y mi trasero enorme, o eso es lo que siempre dice Susan. Ambas trabajamos en una pequeña cafetería, no tengo hermanos, soy hija única, mi padre murió cuando era una niña y mi madre se la pasa buscando el amor. Por eso decidí irme de la casa, ya no soportaba sus depresiones por no encontrar un buen hombre, como ella dice. —Tengo una enorme flojera – dice Susan, la miro y asiento dándole la razón —Voy a dormir con Beto, dice que me tiene una sorpresa – dice sonriendo, sonrío y asiento. Beto es su novio desde hace 3 años, se llevan muy bien y Susan está muy enamorada, él es un buen muchacho, muy responsable y adora a Susan, a mí me cae muy bien. Yo estoy más sola que un hongo, no es que esté en contra del amor, la verdad nunca lo he conocido, y para cómo voy, tal vez nunca lo haga. —Me voy, nos vemos mañana – dice Susan, asiento y me besa la mejilla, me quedo sentada sin hacer nada. Las tripas me gruñen y me levanto a prepararme un sándwich, cuando voy a darle la primer mordida, el timbre suena, ¡mierda!, quien puede ser tan inoportuno, dejo de mala gana mi delicioso sándwich y abro la puerta, la loca de mi prima Jessica está parada frente a mí con una amplia sonrisa, la miro aturdida, se suponía que estaba en Francia, ¿qué demonios hace aquí? —Hola – dice y me abraza — ¿Jessica que haces aquí? – digo aturdida por su presencia —Regrese – dice con tono alegre —Ya sé, ya vi, pero ¿Por qué? – digo con enfado —Porque sí, me aburrí, ¿contenta? – dice y la miro irritada —Alexa, necesito que me ayudes – dice y ya entiendo porque vino a verme, ¿ahora que quiere mi chiflada prima? —Jessica no tengo dinero – digo y ella me mira irritada —No quiero dinero, quiero que me acompañes – dice y la miro con la ceja alzada — ¿A dónde? – pregunto con reserva, Jessica está tan loca, que puede decirme que a una jungla sin pensarlo —A una discoteca – dice y la miro ceñuda —No gracias, mañana tengo clases – digo y ella me toma de los hombros mirándome con suplica —Por favor, por favor, conocí a un chico, está buenísimo, no me dejes sola, por favor Alexa, te lo pido como primas – dice y le ruedo los ojos —Siempre me chantajeas con eso de las primas – digo enojada —Plis – dice ella, mierda, ¿como me zafo de está? —Alexa Porfis, te lo suplico – dice y junta las manos como suplica, maldición —Está bien, pero solo un rato, mañana tengo examen – digo y ella me abraza frenéticamente, ¿porque me toco una prima tan chiflada? Estamos listas para ir a la dichosa discoteca, mi loca prima está enfundada en un diminuto vestido rojo, sus pequeñas caderas y su pronunciado busto resaltan a la perfección, su rubio cabello le cae a los hombros, y camina con unas zapatillas de mujer fatal. Yo solo me puse unos jeans negros, blusa dorada y mis botines negros, mi cabello suelto y mascara para pestañas, que se joda, no voy a ligar, ni siquiera sé cómo se hace eso. Las luces de colores y el intenso ruido me han dejado sorda, caminamos entre los jóvenes que bailan alocadamente, un hombre la hace señas a mi prima y ella me jala para llegar hasta él. Una vez cerca se dan un apasionado beso, yo obviamente quiero que me trague la tierra, mientras ellos se demuestran su cariño, se despegan y miro a Jessica con enfado —Alexa él es Rodrigo, Rodri ella es Alexa Harris, mi prima – dice Jesica presentándonos, él hombre me da la mano y sonríe —Mucho gusto – dice y le sonrío por compromiso, es alto, cabellos rubios alborotados y se ve que le gusta la fiesta —Chicas les presento a Daryl Dixon, mi primo – dice y señala a un hombre sentado en la mesa, tiene unos penetrantes ojos azules, piel blanca, cabellos castaños, viste una camiseta gris y cazadora de piel negra, se ve casual pero sofisticado, es muy, muy puesto y aunque nos mira con altanería, debo admitir que su penetrante mirada me tiene embobada —Ella es Jessica y su prima Alexa – termina Rodrigo, el sigue sin decir nada, solos nos mira —Hola – dice Jessica alegremente, el asiente secamente, creo que no es nada hablador. Todos nos sentamos en la mesa, yo quedo a su lado, la verdad es muy guapo, tiene una mirada intensa y ese lunar que tiene cerca de la boca lo hace verse muy sexy, pero parece que él no se está divirtiendo, tiene un trago de alguna bebida cara en la mano y ni siquiera nos mira. Jessica y Rodrigo platican animosamente entre caricias y besos y yo me muero de aburrimiento, Daryl es muy atractivo pero es un pesado arrogante. —Vamos a bailar – dice mi prima y jala a Rodrigo a la pista, dejándome sola con el Sr. Arrogante. Tomo un sorbo de mi bebida mientras el revisa su celular, se ve que está más que fastidiado. — ¿Y estudias o trabajas?– digo para romper el silencio, él enciende un cigarro y aspira el humo ¿No lo sabes? – pregunta como si fuera obvio mientras exhala el humo del cigarro —No – digo confundida, él me mira fijamente —Soy dueño de algunas empresas de telecomunicaciones – dice con suficiencia —Ok, y ¿qué te gusta hacer? – digo y el me mira como si fuera retrasada mental — ¿Eres policía o algo así? – dice con voz fría —No, solo es para hacer un poco de platica – digo y el enarca una ceja, el silencio vuelve a reinar mientras él está metido en su celular — ¿Quieres bailar? – digo aunque odio bailar, todo menos este silencio, aunque es irónico ya que la música resuena a todo volumen —No – dice secamente sin mirarme —Si no sabes no importa, yo tampoco soy muy coordinada solo… – digo pero el habla —Se bailar – dice mirándome fijamente, me quedo embobada, perdida en su azul mirada —Entonces... solo no quieres bailar conmigo – digo y él ladea la cabeza dándome a entender que di en el clavo —Exacto – dice y vuelve la vista a su celular, que idiota —Creo que será una larga noche – susurro para mí, él sonríe de lado mirando su celular, no creo que me haya escuchado, ¿o sí? — ¿Bailamos? – dice un muchacho sacándome de mis pensamientos, está mirándome muy alegremente, supongo que es por la copas que carga encima —No gracias – digo y sonrío tímidamente —Anda, vamos, no te hagas del rogar – dice con insistencia, lo miro y niego —No – digo y el tipo me mira con enfado —Estás muy buena, vamos por algo de diversión – dice y lo fulmino con la mirada —Vete a la mierda – digo enojada, ¿porque me vine a meter aquí?, debo matar a Jessica —No seas pesada – dice y me toma del brazo asustándome, peleo por zafarme pero me toma más fuerte lastimándome —Suéltala – dice Daryl con voz ronca, el idiota que me tiene del brazo y yo nos giramos para mirar la penetrante y fría mirada de Daryl clavada en el imbécil que tengo a lado — ¿Qué? – dice el hombre sin soltarme —Que la sueltes, ya te dijo que no quiere bailar, ¿eres sordo o imbécil? – dice Daryl con frialdad, estoy boquiabierta, se había portado tan pesado toda la noche y ahora me está defendiendo, creo que es bipolar. — ¿Y si no que? – dice el tipo a mi lado con arrogancia, Daryl sonríe y truena los dedos, en menos de dos micro segundos varios guaruras están tras el pobre borracho sosteniéndolo con las manos atrás como si estuviera arrestado o algo así —Sáquenlo y que no vuelva a entrar – dice Daryl con voz firme, los guardias sacan al hombre, el cual se va maldiciendo, tengo la boca abierta, miró a Daryl aturdida, ¿cómo paso esto? — ¿Como, como hiciste eso? – digo con el ceño fruncido —¿Hacer qué? – dice sin importancia —Esos guaruras te obedecieron al instante – digo anonadada —Claro, para eso les p**o. –dice con suficiencia, frunzo el ceño aún más confundida — ¿Eres dueño de este lugar? –pregunto y el me mira como diciendo "obvio tonta", se levanta y me da la mano, lo miro aturdida —Vamos a bailar – dice y frunzo el ceño —Pensé que no querías bailar conmigo – digo y él sonríe, mierda, esa sonrisa es fascinante —Ahora quiero – dice y me jala a la pista, me pega a su firme cuerpo y me mueve junto con él, cierro los ojos al sentirlo tan cerca de mí, es muy apuesto, y huele bien, a perfume de ricos, me mira fijamente, no sé si es la luz del lugar, pero sus ojos azules brillan con intensidad. No sé cuánto tiempo llevo pegada a él, dejando que me mueva a su ritmo, lento y coordinado, estoy muy confundida, hace menos de una hora me ignoraba completamente, hasta podría decir que me veía como un niñita tonta, después me ha defendido del idiota borracho, y ahora me tiene pegada a su firme cuerpo, mirándome con sus intensa mirada azul. —Qué onda tortolitos – dice Rodrigo detrás de nosotros, me suelto de su agarre y él mira a su primo con irritación, Jessica está a su lado sonriendo como mensa y yo le ruedo los ojos —Me tengo que ir – digo y me adelanto pero Jessica me jala del brazo —Espera, es muy temprano – dice mi insoportable prima —Te dije que tengo clases mañana – digo y ella me mira irritada —Adiós – digo mirando a Daryl, él también me mira pero no dice nada —Adiós Alexa – dice Rodrigo y toma a Jessica de la cintura pegándola a él, mi prima mueve la cabeza irritada y yo me alejo velozmente del lugar. Salgo dejando el ruido atrás, esta obscuro y hay varias personas intentando entrar, no sé qué me pasa, el corazón me palpita como loco, Daryl es un hombre indescifrable, o tal vez solo es bipolar, la verdad es que no sé muy bien si hui de ahí porque mañana tengo que levantarme temprano para mi examen, o fue por su intensa mirada que la tengo clavada en la cabeza. Daryl La música retumba en mis oídos, Alexa se acaba de ir y el idiota de Rodrigo baila apasionadamente con su novia o amiga, no sé porque diablos quiero ir tras ella, no es que me importe solo, es diferente. Cuando llegaron decidí ignorarlas, son unas crías como lo imagine, pero después de ver como ese idiota la molestaba, algo hizo que quisiera protegerla, a pesar de que ella se sabe defender muy bien, no es una niñata frágil e insegura, tal vez por eso llamó mi atención. ¿Qué diablos estoy pensando,? debería largarme de aquí de una vez —Me tengo que ir – digo y salgo del lugar sin siquiera esperar la contestación de Rodrigo, Jasón me espera afuera y abre la puerta del auto, subo y Jasón arranca el motor, miro por la ventana, y la miro, esta parada en la acera esperando taxi, debería pasarme de largo, pero es tarde y difícilmente pase algún transporte —Jasón estaciónate frente a esa muchacha – digo y Jasón asiente, se estaciona y bajo el vidrio de la ventana —No creo que pase ningún taxi a esta hora – digo y ella me mira aturdida —Ya pasara – dice después de recomponerse —Sube, te llevo – digo y ella me mira con la ceja alzada —No gracias – dice y mira al frente, nunca nadie me había dicho que no, ¿qué diablos le pasa?, debería largarme de aquí —¿Acaso quieres que te asalten? – digo y ella me vuelve a mirar, ¿porque hago esto?, ¿porque no simplemente me voy de aquí?, tal vez me gusta pelear con ella —Sube – digo con sequedad —Eres muy mandón – dice y entrecierro los ojos, debería obedecerme, ¿porque no hace lo que le digo?, está cría es irritante. Le hago señas a Jasón, el asiente entendiendo mi orden, sale del auto y la sube al coche, ella por supuesto da batalla, pero al final se sube, se sienta a mi lado y me mira molesta — ¿Estas secuestrándome? - pregunta con sarcasmo, quiero reírme pero me detengo —No seas infantil, dale tu dirección a Jasón – digo con voz fría, ella rueda los ojos y estoy tentado a darle unas buenas nalgadas por respondona, pero me detengo, ella no es mi amante, no tengo derecho de nalguearla, diablos, esto es frustrante. Alexa le da indicaciones a Jasón y él conduce hacia la dirección, estamos callados, ella mira por la ventana y yo la miro de reojo, no debe tener más de 20 años, sus largos cabellos castaños caen en cascada en su espalda, su piel es blanca, sus jeans se ajustan a su pequeña cintura haciendo que su firme trasero se note más, tiene unos labios carnosos y unos brillante ojos verdes, es muy atractiva, pero respondona. Jasón se estaciona afuera de su edificio y ella me mira fijamente —Gracias por el aventón – dice con disgusto, la miro y asiento con sequedad, ella mueve la cabeza irritada —Gracias Jasón – dice con dulzura, perfecto, a Jasón si le da las gracias con gentileza, él asiente y después me mira, yo lo fulmino con la mirada aunque él no tenga la culpa, ella sale del auto y la miro por la ventana —Adiós Sr. Dixon – dice con burla, no digo nada, la miro fijamente y subo el vidrio de la ventana, esa cría está completamente loca.
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