Pov. Ashley El pasado me golpeaba cada vez que podía. El presente me recordaba porque no era digna de nada. Fui huérfana, indigente y prostituta. Una que terminó con el sujeto equivocado esperando que sea su príncipe azul ¿Por qué no escuche a Alva? — Sabes… los hombres son unos imbéciles de primera y eso no es tu culpa. La miré divertida, ella acababa de insultar y me resultaba gracioso y fascinante. Cada parte de lo que decía me parecía divertida. Seguía llorando, pero siempre era refrescante hablar con ella. Valentina no te retaba, no juzgaba, solo te escuchaba. Daba su opinión y luego ya. Alva, solo decía lo que hacías mal, lo ilusa que podías ser. Siempre pensé que se preocupaba de más y creía fielmente que lo hacía. Pero ahora eso no importaba, ver a Valentina insultando er