Pov. Aisha. Las personas no son perfectas, se hacen perfectos. Es un trabajo arduo donde cada uno pone de lo suyo para demostrar al mundo sus cualidades y cómo vale la pena. Yo estaba tan a gusto conmigo misma que no voy a fingir que necesitaba trabajar en ello. Por lo que su comentario malintencionado no produjo nada en mí. — Una dote alta por la cantidad de propuestas, cariño. Le di mi mejor sonrisa y él entrecierra los ojos, me detestaba y quizás hacía bien en hacerlo, porque no pensaba tolerar sus idioteces. Tenía que casarme con él y lo aceptaba, no estaba ilusionada por casarme con alguien que no conocía, en absoluto, pero viviría bien y vivir bien tenía mejor color que quejarme por la persona con la que me casaba. — ¿Segura cariño que solamente por eso? La mala energí