Pov. Malik
Tenerla en mis brazos había sido, sin duda, una de las sensaciones más gratificantes que había sentido en mi vida. Mi corazón latía desesperado mientras mis manos se encargaban de tocar cada retazo de piel visible que era capaz de prestarme.
Porque básicamente era eso, ella me da el privilegio de tender retazos suyos y yo a cambio le entregada mi corazón. Lo hacía. De una forma que no creí posible, porque siendo honesto, ya que era un completo desgraciado, pensé que cuando la sintiera, que en el momento exacto en que su cuerpo se fundiera con el mío, toda mi obsesión desaparecería.
Mi necesidad de ella se iría, porque solo era un capricho, me encontraba obsesionado con una mujer que sabía no podría tener y por eso actúa de esta forma, pero resultó que me jodí más de lo que
