NUEVE AÑO DESPUÉS

2439 Words
La vida me había dado una segunda oportunidad. Me había vuelto una mujer exitosa en los negocios, una hija ejemplar, pero sobre todo una madre que daba todo por su hijo. Le debía todo lo que tenía a Howard y Beatriz, ellos me acogieron como su hija,me brindaron todo su amor y su apoyo recibiendo a mi hijo como su nieto y volviéndose a la luz de sus ojos. Howard y Beatriz habían perdido en un accidente a su única hija, encontraron en mi a esa hija que necesitaban para seguir adelante y me dieron todo el amor que tenían. A los tres meses de mi embarazo nos marchamos del país yéndonos a vivir a Londres y en donde habiamos vivido entonces hasta ahora. La salud de papa ha decaído y por petición de el hemos regresado a Estados Unidos, en donde me ha dejado a cargo de todos sus negocios mientras se toma un descanso. — Hija, debemos presentarnos en la compañía esta misma tarde harán público a los demás socio sobre la compra de las acciones y sobre el nuevo vicepresidente de la empresa. —Sigo insistiendo en que otra persona tome ese cargo, yo bien me puedo seguir encargando de los negocios en Londres. — Sara , esta fusión es importante hablamos de la fusión de las dos familias más importantes en los negocios de este país, traerá beneficios para ambas familias —Se acerca y deja un beso sobre mi frente —. Ahora démonos prisa quiero regresar antes de que regrese Max Emiliano de sus clases de futbol. Asiento, me brinda su brazo y salimos del despacho para subir a la camioneta que nos llevara rumbo a la compañía. Hace mucho que no estaba aquí, regresar me hacía recordar a cada instante todo lo vivido hace nueve años. Lo que más me dolía era la última conversación que tuve con mis padres, aquel día que me echaron sin piedad. Luego de un año sin saber de ellos por medio de un periódico me entero del accidente fatal de una pareja en la carretera cerca de la ciudad donde vivían, al ver con detalles la noticia mi corazón se derrumbo al enterarme ue se trataban de mis padres. Aunque no asistí a su funeral si me tomé la tarea de rastrear el paradero de Marie y fue uno de los momentos más difíciles y felices. Me contó que había regresado a la ciudad y me había buscado como loca al papá contarle todo, luego de unos meses se dio por vencida de buscarme y cuando ellos sufrieron aquel accidente pensó que estaba sola. Marie volvío a formar parte de mi familia como la hermana mayor que siempre me apoyo y me amo. —Llegamos Hija —Mi padre me saca de mis pensamientos. La camioneta se estaciona y papá me ayuda a bajar, al entrar nos recibe la asistente de presidencia. — Señor y señora Lombardo —Nos saluda con un apretón de manos —. Los socios están a su espera en la sala de juntas. Nos guía hasta un elevador, marca el piso correspondiente y luego de unos segundos se detiene abriendo sus puertas. Sale guiándonos hasta el final de un pasillo, en el camino muchas miradas caen en nosotros. Llegamos al fondo donde se encuentran dos puertas, abre una haciéndose a un lado, entro seguida de mi padre y veo a varios presentes hombres, la mayoría hombres, siendo solo la asistente y yo las mujeres presentes. — Howard bienvenido — un hombre un poco más joven que mi padre se acerca a saludarlo —. Pensé que vendría la persona encargada de tomar tu puesto, pero veo que te encargaras tú mismo, ¿Quién es tu hermosa acompañante? —Mi nombre es Sofia Lombardo y soy quien ocupara el puesto de vice presidenta en la empresa. Observo la impresión de varios presentes, inclusive la del señor frente a mí. Lo miro detenidamente y es como si ya lo hubiera visto antes. —Así es, ella es Sofía mi hija y quien lleva todos mis negocios. — Estando todos podemos empezar —Musita nuestro abogado a nuestro lado. —Falta el presidente, pero se encuentra en un almuerzo de negocios. —Pensé que la presidencia la llevabas tu Benson. —Responde mi padre confundido. —La presidencia la lleva mi hijo, llego la hora de tomar responsabilidades. — Tal parece que los hijos manejan mejor el negocio —Mi padre bromea. —Lamento interrumpir padre, pero necesito me pongan al tanto de las estrategias de la empresa para atraer clientes, los números de la bolsa y sobre todo de cómo funciona ella. Tomo asiento en la mesa, mi padre hace lo mismo a mi lado y el señor empieza a darme detalles, enseñarme números y carpetas. Algunos me siguen mirando con asombro mientras mi padre lo hace con una sonrisa. El mejor que nadie me ha enseñado el machismo que se vive dentro del mundo de los negocios y la poca fé que le tienen a las mujeres. Por eso estoy aquí, para demostrarles lo equivocado que están, para que vean la capacidad que tengo de manejar cualquier negocio. —Si mantienes alguna duda, esta misma tarde puedo convocar una junta con el presidente y el jefe del área de contabilidad. —Me parece perfecto —Asiento seria. —Siendo así la junta termina —Se levanta al igual que los demás presentes —. Señorita Lombardo la asistente de presidencia la dirigirá a su oficina. —Papa ¿Vienes? —No cariño, yo debo regresar a casa antes de que llegue Maxi recuerda —Deja un beso en mi mejilla —. Nos vemos luego. — Esta bien, dale un beso de mi parte. — Te acompaño a la salida Howard. Mi padre palmea el hombro de aquel señor y salen de la sala de juntas, salgo de ella junto a la chica la cual me da un paseo por el piso diciéndome que departamentos se encuentra aquí. —En último piso es presidencia y se encuentran solo cuatro oficinas —Subimos al elevador —. Las cuales son la de presidencia, vice presidencia, jefe de marketing y el jefe de contabilidad. Al llegar nos dirigimos a la segunda puerta a la derecha, abre la puerta y se hace a un lado dándome acceso a ella. La oficina es bástate grande, con una gran vista a la ciudad, un juego de sofá en ella, mini bar, un baño personal, un gran escritorio y una estantería de libros. Tiene un toque muy varonil para mi gusto con aquellos colores azules y grises. “Necesitaré un cambio de decoración” —Si necesita algo más hágamelo saber a través de la línea presionando el botón dos, mientras le asignamos una asistente yo la ayudare en todo lo que necesite. — ¿Cuál es tu nombre? —Pregunto directamente. — Luna, Luna Vickers señorita Lombardo. — Bien, Luna apenas llegue el presidente y el jefe de contabilidad los convocas en la sala de juntas no le digas quien los convoco ni por qué y me lo haces saber. —Así será señorita, con su permiso. Sale de la oficina dejándome a solas, de mi mente no sale el apellido Benson Es el mismo apellido de Edrick sin embargo nunca escuche que su familia tuviera empresas o negocios en el ámbito de construcción. Tenía que sacarme ese nombre y ese apellido de mi mente, hace mucho tiempo Edrick había dejado de formar parte de mi vida, era un recuerdo, un fantasma y como tal debía permanecer en el olvido. (...) Había pasado casi dos horas revisando los balances de los gastos de la compañía, sobre las ofertas que habían enviado a posibles clientes y la calidad de los materiales que estaba usando para las construcciones. El teléfono suena, al levantarlo, se trata de la asistente de presidencia avisándome que ya han llegado el presidente y el jefe del área de contabilidad. Salgo de mi oficina y me acerco a su escritorio. —Necesito me imprimas dos carpetas con los mismos documentos que hay en esta —Le entrego mi portafolio —. Apenas las tengas listas las llevas a la sala de juntas. —Si, señorita. Se levanta de su escritorio y yo camino al elevador, marco el piso diez el cual es donde está la sala de juntas. Al llegar camino hasta la sala, abro la puerta, entro acercándome a la mesa donde se encuentran sentados y me presento. —Buenas tardes caballeros, mi nombre es Sofía Lombardo y soy la nueva vice presidenta de la empresa. Me llevo la sorpresa de que no son dos si no tres los cuales miran con asombro, mi mirada se clava en el tipo que se encuentra sentado en la silla principal , sus ojos. Sus ojos se me hacen tan conocidos, me mira fijamente en silencio. El tipo rubio sentado a su mano izquierda se levanta y me extiende la mano. — David Nodal, jefe de marketing —Respondo su saludo y deja un beso sobre mi mano —. Para servirle. —Lucas Cáceres, jefe de contabilidad. Me extiende su mano y al verlo fijamente, lo reconozco. Es Lucas, el mejor amigo de Edrick , por supuesto que es el. Reconocería esa marca sobre su ceja donde quiera que vaya. Es la marca que se hizo en un juego de futbol durante un partido del instituto. Me mira curioso, salgo de mis pensamientos y respondo su saludo. El hombre a su lado y el ultimo en levantarse lo hace y me extiende su mano. —Edrick Benson —Susurro y me mira asombrado. —¿Como lo sabe? —Sus ojos me inspeccionan. Por supuesto que es el, esos ojos tan intensos los reconozco, son los mismos que me miraban hace nueve años con amor, los mismos labios que me besaban con delicadeza. Por su puesto que es el, es Edrick . —¿Señorita? —Me mira curioso en espera que reciba su saludo. Niego, unos toques nos interrumpen y Lucas da la voz para pasar. — Señorita Lombardo aquí esta lo que me pidió —Cuando me va entregar las carpetas, la detengo. —Sujétalas y las entregaras cuando te diga. Asiente, camino al otro extremo de la mesa y tomo asiento bajo la atenta mirada de los tres. — Lamento haberlos convocado a esta reunión tan repentina siendo hoy mi primer día —Enlazo mis manos sobre la mesa —Seré breve, no estoy satisfecha ni con el marketing, ni con la contabilidad de la empresa y mucho menos con la calidad de los materiales que esta usando la empresa. —¿Que? —Responde incrédulo Lucas. —Luna entrega las carpetas por favor —Asiente y las empieza a repartir —El primer punto, como ven los sobre costos en materiales y gastos de la empresa es muy notorio y eso significa perdida al quince por ciento. — La empresa trabaja con los mejores proveedores de materiales y tratamos de que todo sea de alta calidad —Ataca Lucas indignado. —El proveedor con que la empresa trabaja tiene varias demandas de estafas por vender materiales supuestamente de alta calidad siendo lo contrario en España e Italia, basta con investigar un poco más para saberlo —Solo llevas un par de horas aquí no creo que sea suficiente para cuestionar los gastos de la empresa y mucho menos la contabilidad que lleva Lucas —Edrick me cuestiona serio. —Señor Benson créame que las horas que llevo aquí son suficientes para cuestionar el sobre costo, el mediocre marketing que lleva la empresa, las escazas ideas que llevan para negociar con posibles clientes y los materiales usados —Me levanto de mi silla. —Por eso he tomado la decisión de que a partir de hoy cada presupuesto, cada propuesta y cada negociación con las empresas de materiales debe pasar por el presidente y por mi de no estar de acuerdo ambos no se dará hasta que lo estemos, no estoy dispuesta a que esto siga sucediendo. — Señorita Lombardo eso es cuestionar mis ordenes como presidente de la empresa. —Le recuerdo que ahora también hay una vice presidencia y esto es una fusión de dos empresas, ya no es solo sus decisiones también son las mías, eso es todo caballeros. Salgo de la sala de juntas y me dirijo rápidamente al elevador. Al cerrar sus puertas siento como mi cuerpo tiembla y las lágrimas amenazan en salir. Al llegar a planta camino rápidamente hasta mi oficina, entro tomo mi bolso y saco mi móvil marcándole a mi chofer. —Te necesito listo frente a la empresa, nos vamos. Cuelgo el teléfono, salgo de mi oficina y me subo al elevador marcando recepción. Al bajar salgo rápidamente a la salida y me topo con Simón y la camioneta lista para marcharnos. — Buenas tardes señorita. Me abre la puerta ayudándome a subir y cerrarla, sube y coloca la camioneta dn marcha dirigiéndonos a casa. Siento como una lagrima desciende por mi mejilla y es cuando caigo en cuenta de que sin poder evitarlo estoy llorando. Ver a Edrick luego de tantos años hace que me llene de ira, que lo quiera golpear y gritarle lo infeliz que fue. No puedo permitir volver a sufrir por el, no de nuevo después de todo lo que me hizo. — Simón al departamento de mi hermana. — Si, señora. (...) Toco su timbre y luego de unos segundos abre,al ver mi semblante me toma por las manos y lleva arrastras adentro de su departamento. —¿Qué sucede Sara? —Me abraza y empiezo a llorar en su pecho. —Edrick, lo volví a ver Marie, lo volví a ver. —¿Que? ¿Dónde? —Es el hijo del nuevo socio de papa y el presidente de la empresa en la que me acabo de volver vice presidenta —Me mira asombrada —. Hoy después de nueve años lo tuve frente a mí. — Pero... ¿Te reconoció? —Niego —. De todas las personas en la ciudad vienes a coincidir con él. Masculla acariciando mi cabello. —Esta tan cambiado, pero sigue teniendo los mismos ojos hermosos, solo que ahora su mirada no es dulce, luce tan serio. —¿Qué piensas hacer ahora? No puedes ocultarle la verdad tarde o temprano se dará cuenta. —No lo sé, lo único que sé es que si lo descubre no dejare que se acerque a mi hijo y mucho menos a mi...
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