El viento frío del anochecer arrastraba hojas secas por el suelo del bosque, y la neblina se levantaba entre los árboles, creando una atmósfera de misterio y desolación. Ryan y Tiberius se movían con sigilo hacia la fogata donde Cleo estaba reunida con sus cómplices. La tensión en el aire era palpable mientras se preparaban para descubrir la verdad que Cleo había ocultado tan bien. “Este es el lugar,” murmuró Ryan. “Aquí es donde Cleo estaba haciendo tratos con los cazadores en el pasado.” Junto a la fogata, Cleo estaba hablando con una figura que Ryan reconoció como el mismo hombre de la cicatriz de la reunión nocturna, pero con una apariencia más joven y menos endurecida por el tiempo. “Necesitamos que el plan avance con rapidez,” decía el hombre con impaciencia. “La presión está aume