Ryan se sentía abrumado. La idea de viajar en el tiempo para salvar a Cleo lo había estado persiguiendo durante días, y ahora, finalmente, tenía que tomar una decisión. Se sentó en la cima de una colina, con la vista del bosque extendiéndose a su alrededor. El sol brillaba en lo alto del cielo, pero la luz parecía no llegar a su alma. ¿Qué implicaciones tendría su viaje en el tiempo para él y para los demás miembros de su manada? ¿Cómo podrían los cambios que hizo en el pasado afectar el futuro? Ryan se estremeció ante la idea de alterar el curso de la historia, de cambiar el destino de aquellos que habían sido parte de su vida. Pero entonces, pensó en Cleo. Recordó su risa, su sonrisa, su cálido abrazo. Recordó lo mucho que la amaba, y cómo se había sentido cuando la había perdido. Se p