Emma El cuerpo me dolía, se sentía como la primera vez que fui al gimnasio, cuando hacía muchas horas de rutina, pero a cambio este era un ejercicio diferente, placentero y que valía por completo la pena porque sin duda me había sentido especial. Me había quedado dormida casi al instante y es que me sentía agotada, era como si mi cuerpo hubiera perdido su fuerza. Podía sentir sus brazos rodearme, abrí los ojos un poco la noche había caído y el estaba dormido a mi lado, con su mano rodeandome. El sonido de mi móvil me hizo reaccionar y bajar de esa nube, me levante prácticamente de un salto y tomé lo primero que encontré y era una playera suya la cual estaba en la silla a un lado de la puerta. Sali casi corriendo hasta llegar a la sala y tomar mi móvil de mi bolsa, tenía al menos 10 ll