Capítulo 2

1404 Words
Fernando -No entiendo porque quieres hacerte socio de esa empresa padre- bufé mientras lo miraba, no tenía sentido hacernos socio de una empresa de publicidad cuando nosotros somos dueños de una gran agencia de autos. -Estamos creciendo en el negocio, necesitamos nuevas campañas y expandirnos en el mercado, Alexei Ivanov encabeza la mejor empresa de toda Italia y ahora que su hija tomó el mando un socio se ha retirado- rodé los ojos -Y tu quieres tomar ese puesto- concluí- Entiendo que quieras asociarte, pero ¿Porque tengo que hacerme cargo yo? - pregunte sentandome en la silla frente a su escritorio -Porque eres mi hijo, tomaras el mando de la empresa quiero viajar con tu madre y tu te harás cargo de todo- sentencio- Solo hay una cláusula que debes respetar- se puso de pie -¿Qué cláusula? Estás hablando como si fuera un contrato- bufé -No me refiero a eso, Alexei ha creado el contrato de transacción de acciones, el único requisito que pone para no cancelar el contrato es que no puedes acercarte a su hija- rodé los ojos -Eso es increible- bufe- ¿Cómo voy a acercarme a su hija? Ni siquiera la conozco- rodé los ojos aún sabiendo que era mentira la conocía y demasiado bien -El ve por el bien de su empresa, no quiere que ningún otra persona que no sea de su confianza enamore a su hija, quiere que ella dirija esa empresa, no quiere que ningún socio influya en sus decisiones, a mi me parece bien, así que te lo advierto Fernando, no te acerques con segundas intenciones a ella- rodé los ojos. -Eso jamás pasará sabes que no soy hombre de una mujer, se donde y con quien y una niña mimada no cambiará nada- salí de su oficina. Era increíble que hiciera esto, dejarme todo a mi cargo para que el pueda disfrutar, ojo no me afecta en lo absoluto pero joder de publicidad no se absolutamente nada, lo mio son los autos, la adrenalina y seguía sin entender que ganaba con esto. Así que ahora voy tarde camino a la reunión con Alexei y su hija, solo la vi una vez cuando tenía 18 años, habían ido a una fiesta de presentación de una campaña, yo había acompañado a mis padres, en ese entonces yo tenía 20 su madre Adriana era preciosa, y ella, era divina pero sabía que era mujer para mantener las distancias. Era frívola, te miraba con desconfianza y toda la belleza que tenía hacia que se fuera al carajo con su carácter era la viva imagen de su padre y por ello había salido de mi mira. Me gustaban las mujeres dóciles, esas que no se ilusionaban con una sola palabra bonita. Aparque el auto media hora después de mi cita, ¿Pero que hacía? Mi padre me había avisado hace unos minutos. Los mismos minutos que tarde en salir, ella se había negado a recibirme, no había cambiado en lo absoluto, seguía teniendo esa mirada frívola, era calculadora y no tenía idea de lo sexy que se veía. Ahora ella tenía unos 24 años y era aún más hermosa, su cabello rubio cayendo por su espalda, sus ojos celestes como el mar y un rostro que podía ser un ángel en persona, pero por su carácter era todo lo contrario. -Esta mujer me volverá loco- bufé saliendo de su empresa dos días después, había ido a buscarla porque la muy ingrata no me recibía, las palabras de su asistente siempre eran las mismas y me canse, simplemente lo hice y fui directamente a hablar con su padre logrando que al fin me recibiera. -Necesitas desestresarte- menciono mi asistente dejando un café sobre mi escritorio- Sabías que trabajar con Emma Ivanov sería difícil- se sentó sobre mí escritorio cruzando las piernas -Lo sé pero no me queda opción, mi padre se asoció con esa empresa y ella está en el mando- una mueca de desagrado se hizo presente -No se como dejan en sus manos una empresa tan importante, ese lugar lo debió tomar Leonardo o incluso Santiago ella no- la mire un segundo -Ella es tan capaz como sus hermanos, incluso me atrevería a decir que tiene todo para que esa empresa crezca aún mas- mencione y ella sonrio -Dime algo- su mano abrió un poco su blusa dejando ver un poco sus pechos- ¿Acaso te gusta esa niña? - pregunto mordiendo su labio -No es una niña, es una mujer y solo soy dos años mayor que ella- mi voz se volvió más ronca de lo normal, ya me había acostado con mi asistente, no era nuevo, esto era así, tenía ganas ella me buscaba lo hacíamos, nada de besos, nada más allá de sexo y ella lo sabía. Sabia que no había nada entre nosotros y que nunca lo habría, no deseaba una relación y eso no cambiaría. -No respondiste mi pregunta- abrió un poco más su blusa y sus piernas se abrieron un poco mostrando su ropa interior. Sabía que no había respondido, porque ni yo mismo podía responder esa pregunta, en este momento no me gustaba, no creía sentir algo por ella, era preciosa de eso no había dudas, pero no podía fijarme en ella, así que la respuesta era sencilla, no, no estaba enamorada de ella. -Tengo que irme- mencione alejando todos mis pensamientos -Creí que podiamos terminar esto- me miro -Tengo cosas que hacer, será otro día- salí de mi oficina y fui directo al gimnasio. Debia sacar toda la frustración que Emma provocaba en mi porque sabía que en cualquier momento explotaria porque ella sabía como molestarme, sabía frustrarme de una manera extravagante. Me coloque los guantes de box y comencé a golpear el saco, uno tras otro mientas las imágenes de nuestro primer encuentro se hacían presentes -Hola Muñeca- mencione acercándome a ella, había ido con mis padres a una fiesta de presentación, una nueva campaña que sacaba su empresa, había sido en un hotel cercas del mar, y ahora ella estaba aquí parada junto a la terraza viendo el mar. Llevaba un vestido n***o que ajustaba su cuerpo, apenas y cubría su trasero, su escote no era tan pronunciado pero dejaba ver el borde de sus pechos unos de tamaño promedio y sus grandes caderas dejaban presenciar una diminuta cintura, su cabello estaba recogido y un maquillaje elaborado resaltaba su mirada una que me analizó un poco antes de suspirar -¿Crees que eso funciona conmigo? - pregunto con una sonrisa- No todas somos iguales conmigo necesitas más que un hola muñeca para que caiga a tus pies- regreso su mirada al mar y yo sonreí -Estoy consiente de ello, te he visto eres diferente y eso me gusta- tome su cintura acercándola a mi cuerpo, sus ojos se abrieron antes de que su mano golpeara mi mejilla y se alejara -No te equivoques conmigo, jamás me tendrás en tu cama- se alejo rápidamente dejandome completamente descolocado. Deje de golpear el saco y quite los guantes, ella jamás había sido destino para mi cama, no ella había sido la primer mujer que hizo despertar algo en mi pecho, pero a la vez la misma en apagarlo, por una extraña razón no dejaba que alguien se le acercará, se mantenía distanciada de todos. Ella era un misterio y mi maldito deseo, porque si, la deseaba, pero no solo en lo s****l, deseaba conocerla más allá de lo que mostraba para los demás, deseaba conocer sus miedos, sus traumas y deseaba que me mirara aunque sea de una manera diferente, no como lo hace ahora, no cuando ante ella era la peor escoria. Y tal vez lo era por acostarme con cuanta mujer tenía enfrente pero era porque quería llenar el vacío que sentía, quería ver si podía encontrar esa sensación que ella provocó al sentir su cuerpo junto al mío aquella vez. Sentir ese calor atravez de una bofetada ese escalofrío que me recorría cuando sus ojos se posaban en mi. Después de 6 años la tenía frente a mi, tal vez ella olvidó todo, tal vez por eso no me trataba con amabilidad tal vez eso implicó que su odio incrementará pero esto no era culpa mía, era de mi padre, era su culpa por ponerme en esta situación de nuevo porque me estaba acercando a ella y no sabía si podía resistirme de nuevo.
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