Capítulo 2

2050 Words
POV Bastian Scarlett me ha sorprendido, últimamente ha hecho un bien trabajo pero eso no quita el hecho de lo que hizo, prácticamente me obligó a casarme con ella sabiendo que no la quería, entiendo que estos tres años ha intentado llevar la fiesta en paz conmigo, pero no se me antoja formar una amistad con ella, me parece tan increíble que esos dos hombres brillantes se hallan dejado manipular de ella. Suelo divertirme con algunas chicas, pero nada serio todas tienen bien claro que tengo mi esposa, que soy un hombre casado y de negocios que debo cuidar mi reputación. Hoy tenemos una reunión muy importante con unos inversionistas japoneses, que espero que Scarlett maneje bien la situación, no como aquella vez que perdió un contrato millonario, solo espero que esta vez logre convencerlos de hacer negocios con nosotros, mi reunión se ve interrumpida por Caroline que insiste en ser atendida por mi. Caroline es una chica con la cual llevo un años saliendo, ahora se le metió en la cabeza que debo divorciarme de Scarlett para casarme con ella, no es que no me parece buena idea, es solo que no es el momento, en innumerables ocasiones le he planteado a mi abuelo lo del divorcio y se niega rotundamente él insiste en que debo intentarlo que debo tratar de entablar una relación con Scarlett. *** *** Me veo obligado a recibir a Caroline en lo oficina, por que conociéndola bien no se irá hasta que hable conmigo y lo menos que quiero es que todos vean una escena afuera de la empresa, solo le pido May que nos deje solo y que no pase a nadie a la oficina. —¿Que diablos haces aquí?—me acerco a ella apenas estamos solos, necesito intimidarla tal vez así deja de molestarme en mi trabajo. —Tengo dos semanas llamándote y no respondes, quise visitarte y si te negabas tal vez le haría una visita a tu esposa, ya sabes para hablar cosas de chicas—trazas círculos en mi pecho como tratando de seducirme. —!No te atrevas a acércate a Scarlett!—la tomo por el brazo, No es por que la ame en realidad me haría un favor si me la quita de encima, solo que cuando nos casamos no se me ocurrió firmar una separación de vienes, cosa que no me beneficia en nada. Yo manejo la mayoría de las acciones de la familia, entre esas las de los abuelos, las de mi madre y las mia, yo por mi parte no poseo gran cantidad de acciones en la empresa, soy algo así como un socio minoritario, un divorcio a estas alturas prácticamente me dejaría sin nada y no puedo permitirlo, he trabajado mucho en esto como para entregarle la mitad en charola de plata simplemente por una mujer. No puedo negar que me gustaba esta mujer, pero últimamente se está pasando de lista, y no puedo permitir que Franco o Scarlett se enteren. Franco querrá que Scarlett firme el divorcio y no puedo permitirlo al menos hasta que consiga un modo de librarme de ella, así que mientras tanto debo seguir aparentando. En ese momento suena la puerta de mi oficina y entra Scarlett (pero que oportuna que ella llegue en este momento). —!Scarlett que oportuna! llegas en un momento muy apropiado—Caroline es la primera en hablar mientras se acerca a Scarlett, no sé qué es lo qué trama pero no puedo dejarla que se salga con la suya. —¿Disculpa te conosco?—pregunta Scarlett. —No, pero te aseguro que tengo algo muy importante que conversar contigo—en estos momentos quiero que la tierra me trague, no puedo dejar que esta hable sino estoy perdido. —!Disculpa Scarlett! —tomo valor para interrumpir no puedo permitir que Caroline abra la boca—ya Caroline se va, será en otra ocasión que puedan hablar—así que con esa excusa la saco de la oficina a empujones. Por suerte Caroline se comporto y no hizo escena alguna, así que regrese a la oficina para ver qué se le ofrece a Scarlett, es extraño ella nunca me molesta. —!Dime! ¿que necesitabas hablar conmigo?—digo volviendo a mi escritorio. —Solo quería avisarte que iria con ustedes a celebrar—cosa que me toma por sorpresa, Scarlett es alguien muy tranquila y por lo general evita esas reuniones, desde que nuestra amiga Monica se fue del país, ella no sale y desde que nos casamos su rutina es solo del trabajo a la casa y de casa al trabajo. —Que extraño tu quieres acompañarnos a tomar, solo hombre y ¿eso se debe?—pregunto. —¿Que tiene de malo? solo quiero salir un rato—se encoge de hombros—que no se te olvide que vivo de la casa al trabajo y solo voy a tus absurdas fiestas en donde lo que hago es reír y fingir un matrimonio. —Ok, eso te entiendo pero es si, sin show recuerda que ebria eres medio pesada—las pocas veces que toma me toca llevarla cargada a la cama. —Hoy seré una niña buena—hace un gesto con sus manos el cual me da algo de risa. —¿Buena? ¿tu? Jajajaja, ni dormida—le digo y hace una cara de molestia. —!Señor Davis! Disculpe la interrupción los inversionistas los están esperando—May nos interrumpe lo cual es bueno por que no podemos durar mucho hablando por qué salimos peliando. —Gracias May ya vamos—salgo de la oficina en compañía de Scarlett y nos dirigimos a la sala de juntas. Para salir a festejar escogemos el hotel Waldorf, en donde se hospedan nuestros socios, apenas llegamos al lugar nos dirigimos al bar y pedimos una botella de chámpagne para entrar en calor, todos nos encontramos reunidos conversando, eso hizo que la velada se tornara tranquila, aparte de hablar de negocios, hablamos también de nuestras vidas, cosa que nos hizo relajarnos demasiado. Hasta el punto en el que perdímos la noción del tiempo, no se que tanto tomamos. *** ** La luz que se cuela por la ventana me obliga a abrir los ojos, me duele la cabeza siento que me va a explotar intento moverme pero siento un peso en mi brazo, al ver no puedo creer lo que mis ojos ven es...Scarlett ella está dormida, mientras yo la estoy abrazando y ambos estamos ropa interior en su habitación, cosa que apenas veo hace que termine de despertar de una buena vez (Bastian en qué te has metido). No se cómo pasó y por más que intento recordar no puedo. Los recuerdos me llegan y lo ultimo que se, es que veníamos camino a casa y que ella estaba muy ebria y diciendo tonterías como “que le hubiera gustado que nuestro matrimonio fuera real”, desde ahí no recuerdo nada, ni cómo llegamos a la habitación.. Lo menos que quería era que algo entre nosotros, en ese momento mi cabeza se debatía en si debia quedarme, hasta que ella despertara y preguntarle si recuerda algo o salir de aquí y actuar como si nada paso, a lo mejor corría con suerte y solo son cosas mías. Creo lo más apropiado en realidad es irme, no deseo incomodarla al despertar y verse casi desnuda ante mi. Me levantó como puedo, trato de ser lo más cuidadoso posible para no moverla, tampoco quiero hacer ruido, lo menos que deseo es despertarla. Al salir de la habitacion encuentro a yola que se encuentra afuera de la habitación ordenando unas cosas. Apenas salgo de esta me encuentro expuesto ante ella, ya que me encuentro solo en bóxer, en su rostro se dibuja una pequeña sonrisa al verme salir de la habitación de Scarlett. —Buenos días señor ¿desea que le lleve el desayuno a la habitación de la señora?.— me mira de “arriba abajo” —!Buenos días no! No se moleste voy de salida.—y rápidamente voy a mi habitación, me visto y salgo lo más rápido que puedo. Como alma que lleva al diablo salgo de esa casa antes de que Scarlett despierte, no quiero toparme con ella ¿y si recuerda lo qué pasó anoche? No me gustaría que se imagine cosas que no son, no quiero que piense que siento algo por ella, cuando no es asi, ¿Cómo la miraría a la cara después de lo qué pasó? no la quiero en lo absoluto pero tampoco soy tan malo como para ilusionarla con algo que no pasara, por que definitivamente ni en mis sueños más locos me imagino amándola. Ella no es mala y no puedo negar que es una mujer muy atractiva pero no puedo tener algo con ella, eso es algo que yo mismo no me permito, no puedo amar a alguien que me obligo a casarme con ella y que la muy descarada pretende actuar como si ella no fuera la responsable de nuestra boda. Todo el camino a la empresa estuve muy pensativo ¿sera que metí la pata? —Buenos días May un café doble bien cargado y sin azúcar a mi oficina—necesito distraer mi mente de tantas tonterías. —Buenos días señor Davis en la oficina lo espera el señor cristofer —al entrar como de costumbre él tiene sus pies en mi escritorio. —Buenos días Bastian, pero...y ¿esa cara?—me mira como si tuviera monos en ella. —Cristofer no estoy de humor, anoche paso...bueno no sé si paso en realidad no recuerdo nada—digo mientras camino hacia mi escritorio y masajeo mis cienes, siento que la cabeza va explotar. —¿Qué paso?—veo en su cara curiosidad. Respiro profundo para tomar valor para hablar —!Creo que me acoste con Scarlett!—suelto de una y su cara cambia a una de sorpresa total. —!¿Queee?! ¿Cómo? ¿Dónde? ¿en serio? ...¡ Por fin! —dice elevando sus manos al cielo—hermano tantos años de casado y no la habías tocado.—se ríe. —Te estoy hablando algo en serio y tú lo tomas en juego—veo su cara burlona. —No es en juego, es la verdad cualquier hombre, estaría loco por esa mujer es linda, inteligente, con carácter—dice enumerándo con los dedos—Creeme que si no fuera tu esposa hasta yo estuviera detrás de ella, estás es perdiendo el tiempo—dice. —Sabes que lo nuestro matrimonio es una farsa, no sé qué valla a pensar ella, no se cómo mirarla a la cara luego de lo qué pasó anoche—me siento mal por qué no tengo ni la puta idea de lo qué pasó. —¿Seguro qué pasó algo entre ustedes anoche?—su pregunta me hace dudar un poco. —No, seguro, seguro no estoy ella estaba muy ebria y yo también pero esta mañana al despertar estaba en la cama con ella en su habitación, estábamos abrazados y estábamos en ropa interior.—de solo acordarme siento algo de vergüenza, el se levanta de su asiento y se dirige a mi y pone su mano en mi hombro. —Si te soy sincero no creo que halla pasado algo, tú cuando estás ebrio te duermes en cualquier lugar, al menos que Scarlett te guste—lo ultimo lo menciona con algo de picardía. —!En serio! Estoy hablando de algo que me preocupa y tú te burlas—me molesta que todo lo tome en juego. —No es burla, en realidad esa mujer es hermosa, yo te aconsejo que hagas como que no pasó nada. Si tú no lo recuerdas no creo que ella lo haga—tiene algo de razón este tonto en eso. —Si !tienes razón! ella estaba peor, hasta la tuve que cargar por que ni caminar podía—la recuerdo y me da algo de risa aunque no puedo negar que se tierna cuando duerme. —Ahí está, ella no se acordará de nada.—decido hacerle caso a cristofer y actuar como que no pasó nada
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