Capitulo 5: ¡Vanessa!

1568 Words
-Algunos metros antes de ver a la mujer que estaban "asaltando" logre ver hombres escondidos en los arbustos, además, ¿no te parece raro que pudiendo arrastrarla a otro lado para asaltarla lo haga justo en medio de la calle donde cualquiera lo puede ver e incluso tirarle el auto encima? - Entonces... ¿dices que eso era una trampa para asaltarnos y robarnos el coche? - Si, así mismo. - ¿Entonces la mujer también estaba confabulada con ellos? - Eso no lo sé... -digo con desanimo. - Espera ¡¿Dices que puede que ella si estuviera corriendo peligro?! - Es una opción. - ¡¿Entonces porque mierda no te detuviste para que la ayudáramos?! - Tú y yo contra unos 5 o 6 tipos que estaban escondidos esperándonos y de seguro están armados ¡Pero qué buena idea! ¿Por qué no nos regresamos y la ayudamos? seguro todo saldrá muy bien, ¿no crees? -respondo con sarcasmo. - Idiota... -dice enojada. - Mira... Vanessa... para mí lo más importante ahora es encontrar Helen y si tengo que dejar atrás a más gente para lograrlo lo hare, además como te dije antes, ahora no nos podemos fiar de nadie, es un ellos o nosotros, un matar o morir... el mundo es así ahora y puede que lo haga sonar fácil pero no lo es... para mí no lo es, para mí no es fácil dejar atrás a tanta gente que necesite ayuda, ¿cuánta gente no vimos que estaba necesitando ayuda? ¿cuántos no fueron los que nos llamaron cuando íbamos en el auto y los ignoramos? ¿crees que me siento muy bien por dejar a tanta gente atrás? -dejo caer una lagrima- para mí esto no es fácil, solo quiero encontrarla, ella es lo único que tengo y que me queda... tengo que encontrarla... - Lo... lo lamento... sé que no es fácil para ti, no lo es para ninguno de los dos, tienes razón... no podemos fiarnos de nadie y ahora es un ellos o nosotros como dijiste... es solo que como enfermera tengo como regla profesional, moral y personal, ayudar a todo el mundo... pero supongo que todo eso debe quedar atrás... lamento como te hable. - No, yo lo lamento, debí haberte explicado todo desde el principio... desde que vi a los hombres escondidos debí haberte dicho... lo lamento -le digo mientras le tomo la mano. - Esta bien, solo olvidémoslo -sonríe de manera gentil- ¿sí? - Olvidado -le devuelvo la misma sonrisa- Estamos a una hora de quedarnos sin combustible o talvez menos, mis cálculos tampoco son muy buenos. Estoy empezando a sentir hambre, pero prefiero no decir nada, no quiero incomodarla además tenemos ciertos suministros del departamento de Vanessa en el baúl del auto, es una suerte que ella haga las compras una vez al mes y además hace pocos días las había hecho así que se podría decir que hay bastante. ¡brrrr! - ¿Que fue eso, Vanessa? - Yo... yo no oí nada - ¿Fue tu estomago? -digo con tono burlón. - N...no -responde avergonzada- creo que lo imaginaste - Jajaja, tengo algo de hambre, ¿quieres comer algo? - Si tú quieres... - Esta bien, busquemos donde estacionarnos, cerca de aquí hay una pequeña gasolinera algo oculta a mi parecer, puede que ni siquiera la hayan saqueado y que un viejo colega que trabaja ahí no se haya ido, podemos comer ahí y si es posible conseguir más provisiones, ¿te parece? - Si, me parece bien. Raúl es un viejo amigo, excompañero de la secundaria, un gran tipo, aunque decidió trabajar en lugar de seguir con sus estudios le va bien en la gasolinera o al menos eso me ha llegado a decir, espero que este bien. Estamos llegando a la gasolinera y realmente está muy oscuro, a decir verdad, todo está muy oscuro, lo único que da luz son las estrellas y los postes de luz de las calles, de no ser por eso creo que no se lograría ver nada sin alguna fuente ya que como mencione antes ahora ni la luna es visible, por suerte traemos linternas. Llegamos a la gasolinera se ve bastante sola, a pesar de que siempre ha sido así ya que esta algo alejada y de cierto modo oculta, pero esta vez es algo diferente. - Vamos Vanessa -le digo mientras salimos del auto- - ¿Es seguro? - Se supone que sí, pero con todo lo que ha pasado es mejor ir con cuidado, espero que Raúl este aqui. Avanzamos poco a poco por el estacionamiento, notamos el frio y la poca luz que hay, aun así, aunque llevamos las linternas preferimos no usarlas a no ser que fuera realmente necesario ya que, aunque son útiles también suelen llamar la atención y en estos momentos es lo que menos queremos. - Esta demasiado oscuro aquí afuera -dijo Vanessa mientras temblaba por el frio- debí haber traído algo más abrigador. - Opino lo mismo, miremos si la tienda de la gasolinera está abierta, aunque para ser sincero se ve bastante desolado, pero no destrozado o dañado así que no creo que haya sido saqueado, al menos no aún. - Igual avancemos con cautela -dijo mientras se hacía detrás de mí. De verdad que estaba desolado y con la oscuridad que hay se ve aún peor. Golpeamos la puerta esperando respuesta, la puerta es de vidrio así que se podía ver adentro, aunque realmente era muy difícil por la poca luz que había, aun así, no queríamos encender las linternas ya que podríamos llamar la atención de alguien indeseado, golpeamos y golpeamos. ¿Hola?, ¿hay alguien? -dije sin obtener respuesta- supongo que no hay nadie. - ¿Qué hacemos? -dijo Vanessa- - Entraremos. - ¿Como? ¿No sería incorrecto? -dijo preocupada. - Como dijimos antes eso ahora no importa. - Supongo que tienes razón... ¿la romperemos? - Te mostrare un truco que me enseño Raúl Raúl me había enseñado un truco con la cerradura para abrir la puerta de la tienda, sé que parece algo raro, pero así fue, nos confiábamos muchas cosas y un día pasados de copas me enseño un problema en la cerradura que con ciertos movimientos y fuerza abría la puerta. Lo siento Raúl, pero necesito entrar -dije mientras fuerzo la cerradura- y... ¡abierto! - Vaya... -dijo Vanessa sorprendida- tienes talento. - ¿Que insinúas? - Nada, nada -me respondió con risa nerviosa. -Me quedo en silencio- Mala broma creo, pero bueno, el humor y las malas bromas no sobran nunca y menos en momentos tan tensos como estos. Entramos a la tienda, tenemos que encender las linternas ya que realmente está demasiado oscuro, vemos bastante comida ¡es una suerte que haya tanto! -dije con emoción- se siente raro tomar lo que no es nuestro, pero supongo que es lo que hay que hacer ahora, hacer lo necesario por sobrevivir. - Y cuéntame ¿Como es Raúl? - Es un tipazo, un poco alocado a mi parecer, pero es de los amigos que sabes que siempre estarán ahí para ti. - ¡Vaya! deben ser muy unidos - La verdad es que no... deje a muchas amistades de lado por el trabajo y estudio, realmente la única persona con la que compartía mí tiempo era con Helen - Ya veo... la amas demasiado, ¿no? - Si... hoy se supondría que sería un día especial - ¿A qué te refieres? - Hoy iba a ser el día en el que le pediría matrimonio -le muestro la argolla- no es que sea presumido o algo por el estilo, pero sé que me diría que sí, lo habíamos hablado con mucha antelación y más o menos a esta hora ya se lo habría propuesto, pero supongo que eso tendrá que esperar... me pregunto si aun será posible con lo que está pasando... - Lo lamento... - Bueno, a lo que vinimos -dije evadiendo el tema- tomare lo que pueda, déjame tu maleta para poder llevar más cosas y ve si puedes llenar el auto de combustible, ¿te parece? - Y... ¿si lo hacemos al contrario? no me siento muy cómoda estando sola afuera... -dijo con voz temerosa. - Esta bien, pero cualquier cosa grita. - Ok, lo hare... ten cuidado ¿Sí? - Lo tendré. Mientras relleno el tanque me pregunto... ¿será posible que haya un matrimonio? con todo lo que está pasando lo veo un poco difícil... pero supongo que no importa ahora, para mí lo primordial es encontrarla... solo espero que siga en casa y que este bien... ojalá hubiera un modo de contactarme con ella, pero en estos momentos me es imposible, talvez este preocupada por mí y para ser sincero detesto hacerla sentir así, pero no durara mucho, ya voy mi amor... solo espérame un poco más... Es curioso, siempre en el fondo quise vivir algún tipo de catástrofe, algo que cambiara la rutina o que al menos le diera algo de emoción a mi vida, imaginaba algo como apocalipsis zombi, invasión alienígena, seres celestiales o algo así, siempre me ha fascinado la ciencia ficción, pero debo admitir que es más placentero leerlo o verlo que vivirlo... de verdad que extraño mi... ¡BANG! ¡¿Eso fue un disparo?! ¡vino de adentro! ¡Mierda, Vanessa! ¡Vanessa!
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