Capítulo 1: El caos que se avecina

2049 Words
Estaba muy extrañado, mi mente pensada muchas cosas a la vez, seguro era un eclipse solar, ¿no? Lo dudo, talvez era una catástrofe o fenómeno natural, pero de ser así lo más sensato es que se le hubiera advertido a la población de dicho suceso para evitar el pánico... el mismo pánico que estoy sintiendo en estos momentos... no sé qué pasa, por más que miro las r************* o navego por internet no encuentro nada, no hay publicaciones nuevas o noticias nuevas, pareciera que ni siquiera señal hay, no hay nada que explique el evento. Encendí la tele mientras trataba de comunicarme con mi novia, pero no había respuesta, los canales no sincronizaban nada y Helen no tomaba el teléfono ¡¿qué diablos está pasando?! Me asome a la ventana y si, definitivamente no había sol, había mucha gente fuera y realmente no había notado el ruido, supongo que al vivir frente a una calle principal y además al ser en una zona por así decirlo nada segura estaba acostumbrado al ruido de los autos y las sirenas, incluso al de las armas, afuera era un caos, veía como unos robaban, otros asesinaban e incluso había gente siguiendo y escuchando a esos locos conspiranoicos a los cuales hace un día les tiraban cosas y los trataban de locos, parecían los nuevos profetas, es curioso pensar en todo lo que paso en el tiempo que estuve procrastinando, estoy en shock.. no sé qué hacer... no sé a quién llamar ¿si quiera tendré a quien llamar?... me maldigo por ser tan distraído, por no responder las llamadas de mi novia tan pronto me llamo, por no prestar atención a las señales, soy un tonto. "toc, toc" Espera, ¿están tocando la puerta?... "toc, toc" ¡sí! ¿debería responder? ¿Debería abrir? Afuera es un caos, pero ¿y si es Helen? Que debo hacer, talvez debería tratar de acercarme despacio y ver por un pequeño agujero en la puerta... sí, eso hare. Me acerco poco a poco a la puerta, mi corazón late a mil, cada paso que doy es agobiante y eterno, ni siquiera sé si estoy avanzando, con todo lo que está pasando afuera no se si debería siquiera acercarme a la puerta, creo que es una estupidez lo que estoy haciendo... pero... ¿qué opciones tengo? escucho agitaciones, son demasiado fuertes, en mi experiencia por un curso que tome de primeros auxilios sé que ese tipo de agitación se suele escuchar en momentos de extremo cansancio y adrenalina, pero... ¿debería confiar? ¿Y si necesita mi ayuda? Seguí con mi plan de mirar por un agujero en la puerta, estaba acercando mi ojo, era una mujer... He... ¡¿Helen?! Por un momento creí que era ella, su cabellera de costado me hizo confundirla con ella, pero no, no era ella, creo que la confundí por el miedo o talvez por la necesidad de tenerla aquí para lograr calmarme, dudé en si debería responder, pero decidí hacerlo. - ¿Hola? ¿Quién eres? ¿Qué está pasando? - Por favor déjame entrar -dijo ella mientras jadeaba del cansancio. - ¿Porque debería? -le dije con un tono fuerte, pero a la vez asustado- ¡¿qué mierda es lo que está pasando afuera?! - No... no lo sé... estoy tan confundida como tu... - ¡Estas afuera! ¡vienes de la calle! ¡¿cómo demonios no vas a saber?! -le grite mientras daba un duro golpe en la puerta. - ¡Que no lo sé! ¡no lo sé! no lo sé... no... no lo sé -dejo caer el llanto- por favor... necesito tu ayuda... tengo miedo... Dude por un momento, ¿qué debería hacer? puedo estar pareciendo poco caballeroso, pero si algo me ha mantenido en pie hasta ahora es no confiar en nadie, sea hombre o sea mujer... no debo confiar en nadie... pero lo hare... la dejare entrar, prefiero correr con ese riesgo a cargar con el pensamiento y la culpa pensando en que le pudo haber pasado algo y que pudiendo ayudarla no hice nada. - Esta bien, abriré la puerta, pero te advierto que estoy armado -le dije mientras tomaba lo primero que encontré a la mano- no intentes nada. - Está bien, entiendo tu discreción y de hecho la admiro, pero por favor, déjame entrar te aseguro que estoy sola, no llevo ningún arma conmigo, pero por favor, déjame entrar -dijo entre lágrimas y jadeo por el cansancio. - Ok, aquí voy, solo espero no equivocarme -dije entre dientes para mí mismo. Quito poco a poco el seguro, mientras lo hago dudo en si estoy haciendo o no lo correcto, no soy mala persona, pero no puedo arriesgarme, digo, lo estoy haciendo, ¿no? pero... ¿porque lo hago? estoy arriesgando mi propia vida... esta bien... aquí vamos -digo mientras voy halando la perilla. -Estoy abriendo la puerta, entra de espaldas y con las manos arriba -le digo con una mano en la perilla y la otra en el objeto para defenderme- recuerda que me estoy arriesgando así que no reniegues. -Está bien... no tengo razones para discutir, estas tomando tus precauciones y de nuevo, admiro eso -dijo mientras entraba como se lo dije. - Gracias... - ¿Así está bien? - Si, pero te palpare para asegurarme -le digo algo avergonzado y nervioso. - Esta bien pero no te sobrepases ¿vale? -me dijo con una pequeña risita. - No es gracioso... - Vale vale, solo trataba de animar un poco las cosas, pero por favor rápido, no es nada cómodo para mí. - Para mí tampoco lo es -le dije mientras terminaba de revisarla. - Estas limpia... al menos por el momento -le dije mientras agachaba el cabeza avergonzado. Al verme tan avergonzado se apiado y me vio fijamente con una sonrisa amigable. - Tranquilo, como te dije sé que tenías que tomar tus precauciones y aunque no fue cómodo para ninguno de los dos era necesario y créeme, te entiendo -me dijo mientras me estrechaba su mano intentando presentarse- Vanessa. - Michael -le dije mientras estrecho su mano- Lamento insistir, pero necesito saber, ¿qué está pasando? - No mentía al decir que no lo sé, de verdad no lo sé -me dijo mientras se sentaba en el sillón poniendo su cabeza entre sus piernas y sujetándose la cabeza- Disculpa, Michael ¿tienes algo de beber? te diré lo poco que se, pero por favor, tengo mucha sed. - Esta bien, vere que hay. -Gracias -me dijo mientras miraba por la ventana como si aun no creyera lo que está pasando. Busco algo que ofrecerle, mientras aun trato de asimilar lo que pasa, es una buena chica, o al menos eso parece -pienso mientras busco en la despensa y en el refrigerador- pero recuerdo algo... mierda... olvide que no había hecho las compras. -Emmm ¿te puedo ofrecer agua? -le digo algo avergonzado. -No estoy en condiciones para exigir una copa de vino o un buen trago de tequila, a no ser que lo estes guardando para una visita mejor ¿verdad? -dijo con una pequeña sonrisa. - ... -Vale vale, no más bromas -me dijo mientras bebía el vaso de agua de un solo trago. - Y... - Está bien -explica-. afuera es un caos, venía a casa desde mi trabajo, soy enfermera y estaba en el turno de la noche, venia en el metro y note que algunas personas empezaron a hablar fuerte y se escuchaban algo angustiadas, alguien dijo en voz alta, fíjense en la hora, no entendía porque y realmente era algo extraña la pregunta, ¿que tendría de extraño la hora y porque nos importaría a los demás? Me fije en la hora, 7:25 de la mañana, no entendía lo extraño o porque su preocupación y si va tarde a algún lugar es problema de esa persona ¿no? al notar que todos en el vagón le mirábamos extrañados nos dijo que miráramos el sol... pero... ¿y el sol? Es extraño que no me haya fijado en eso antes, puede que sea por mi cansancio o simplemente lo ignore al solo pensar en llegar a casa para poder descansar de aquella noche tan tediosa, entre todos empezaron a buscar respuestas, yo solo me mantuve callada escuchando ya que entre más lo pensaba menos explicaciones hallaba, no tenía sentido, un fenómeno así no es normal, en esta parte del planeta el sol comienza a salir a las 5 de la mañana. Me fascina la astronomía y aunque no soy experta me mantengo siempre informada además de que suelo ser asistente en el observatorio de la ciudad, no tenía sentido, al ser eclipse al menos se vería el sol pero no es así, ni siquiera la luna era visible ya que se supone que es de día, estaba divagando, estaba tan centrada en ello que no me fije en el pánico que se empezó a generar en el metro, por suerte la próxima parada era la mía pero estaba pensando en bajarme y tomar otro metro hacia el observatorio para preguntarle a un colega lo que está sucediendo. Al llegar fue mi sorpresa al ver que todos se bajaron del metro, incluyendo al conductor, el miedo empezó a esparcirse como un virus, sabía que eso sería peligroso ya que el miedo colectivo solo lleva al caos y a la anarquía, salí lo más rápido que pude de la estación del metro y aunque muy en el fondo lo suponía fue una sorpresa para mi ver el caos que había afuera, era como ver una película del apocalipsis o el fin del mundo, algunos decían que era la ira de dios, que se trataba de las trompetas y los sellos anunciados en el libro del apocalipsis en la biblia, soy ajena a aquel tema, no soy religiosa pero como en todo ser humano, ante el miedo cualquier explicación es cierta, el miedo a lo desconocido es grande, en mi opinión de ahí se generaron las religiones, trate de ignorar todos esos pensamientos y pensar con lógica, aunque para ser sincera no me ayudaba en nada. Me dirigí lo más rápido y discretamente posible hacia mi departamento puesto que en medio del caos, asesinatos y saqueo lo que menos querría es llamar la atención, trataba de buscar en internet, ya sea en redes de noticias o las r************* , pero fue inútil, mi celular no tenía señal, al parecer el de nadie por lo que pude notar en algunas personas, esto era más grande de lo que creía, esto no era un fenómeno normal... en eso vi como golpeaban y saqueaban las pertenencias de un hombre que iba en su auto, trate de ignorarlo y seguir por mi camino pero sabía que si seguían así podrían matarlo así que tome una piedra y la arroje con la intención de asustarlo o fijar su atención a otro lado pero cayó en la cabeza de uno de ellos... ¡mierda! empecé a correr y ellos tras de mí, estuve corriendo por mucho tiempo pero no me dejaban en paz, déjate querer hermosa me decían mientras me perseguían, temía lo peor... luego de un rato di la vuelta a una esquina y para tratar de que me perdieran de vista entre a un edificio residencial y así es como termine aquí... como te dije no se mucho pero de nuevo te agradezco por dejarme entrar. - Esta bien, gracias, pero ¿tienes alguna idea o no sé, algún presentimiento de que pueda ser? - No, la verdad no tengo idea, lo siento... - No te preocupes -le dije mientras me levantaba del sillón algo decepcionado y a la vez confundido al no saber nada- pero no te puedes quedar mucho tiempo, perdí el contacto con mi novia, Helen, tengo que salir a buscarla y creo tener una vaga idea de donde poder encontrarla, te dejare estar aquí mientras me preparo para salir. - Lo entiendo, pero... ¿puedo acompañarte? no tengo a donde ir -me dijo con su rostro agachado- ¿sí? - No lo sé... "toc, toc" - Oh, ¡¿me siguieron?! "toc, toc" ¡¿Quién podrá ser?! ¡No abras la puerta! - Lo siento pero tengo que hacerlo.
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