¡zas! Vanessa golpea a Damián por la espalda.
- ¡Michael vamos, corre! -grito mientras me ayudaba a levantarme.
Los hombres de Damián que estaban más adentro escucharon el escándalo y vinieron enseguida, empezamos a correr por los pasillos del edificio mientras escuchábamos como nos seguían y gritaban, sentía que me iba a desvanecer ya que aún estaba algo mareado por los golpes que me dio Damián.
Corrimos hasta las escaleras, bajamos tan rápido que casi caemos, son demasiadas escaleras, no podemos usar el ascensor y además estamos en el piso 10, ojalá no me hubiera mudado a un piso tan alto. - ¡Vamos solo un poco más Michael! - me dijo Vanessa mientras corríamos, pero mis pies se estaban rindiendo.
- Lo siento... no... no puedo más... tu sigue -le dije mientras caía al suelo.
- ¡No voy a dejarte aquí Michael! -me insistía mientras trataba de levantarme.
- No puedo más... creo que tengo una conmoción... tu sigue, yo seré la distracción.
- ¡Dije que no te voy a dejar aquí!
- Solo vete...
- ¡¿Y qué hay de Helen?! ¡¿te vas a rendir tan fácil?!
Al escuchar su nombre un gran valor y energía me inundo, tal vez Helen me necesite, ¡¿rendirme?! ¡Jamás! ¡no me rendiré hasta encontrarla! Tomando fuerzas y obligando a mi cuerpo me levanto y sigo corriendo junto a Vanessa, estamos cerca de la salida y aunque les tomamos bastante ventaja perdimos tiempo por mi estupidez y ahora mi ritmo no es el mismo ¡pero no me voy a rendir! ¡no moriré hasta verla y asegurarme de que está bien!
Llegamos a la salida, rápidamente corrimos hacia la izquierda, nos ocultamos detrás de un auto que estaba abandonado y casi inutilizable por el caos
- Ahora vuelvo -me dijo mientras corría hacia el edificio de nuevo.
- ¡¿Que mierda haces Vanessa?! ¡vuelve ahora! -grite intentando ir tras ella, pero mi cuerpo no me respondía.
- Confía en mi Michael.
- Esta bien...
En eso logro ver como Vanessa tira una de sus prendas en dirección contraria en la que nos encontrábamos, aunque el riesgo fue estúpido ya que podrían a ver salido en ese momento debo admitir que fue algo inteligente y puede que funcione para despistarlos. Vanessa vuelve hacia donde estoy y nos agachamos detrás del auto en el que me encontraba, observamos por debajo rogando que funcionara, no nos decíamos nada, solo observábamos...
- ¡¿A dónde mierda se fueron?!
- ¡Damián, mira! -grito uno de sus hombres mientras tomaba la prenda de Vanessa.
- Así que la zorra nos dejó pistas ¡búsquenlos no deben estar lejos!
Damián y sus hombres se fueron en dirección contraria gracias a la distracción de Vanessa.
- ¡Lo logramos Michael!... ¿Michael? -nota que estoy inconsciente- ¡Michael!
- ...
- ¡Vamos Michael, no me hagas esto! ¡Michael!
Que paz hay...
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"pipipipí" ¡aj! de nuevo ese molesto sonido, de verdad que quisiera no escucharlo nunca más, que extraño sueño... se sintió tan real... ¿eh? espera... ¿dónde estoy? este no es mi departamento... no... ¿no era un sueño? Trato de levantarme, pero estoy un poco débil, aun así, me esfuerzo, necesito ver por la ventana de aquel lugar donde estoy, necesito asegurarme... todo debió haber sido un sueño... talvez me pase de copas y estoy en casa de algún amigo -miro por la ventana-... no... definitivamente no hay sol... ¿qué hora es? miro mi celular y lo confirmo... 4:25 de la tarde... -caigo de espaldas al suelo- no... no fue un sueño...
- ¿Que fue ese golpe? -Vanessa entra al cuarto- ¡¿Michael?! ¡despertaste!
- ...
- ¿Michael estas bien? háblame -me dijo mientras me ayudaba levantarme.
- No...
- ¿?
- No fue un sueño...
- Michael... -me abraza por detrás- créeme que también me gustaría que lo fuera... créeme.
- ¿Dónde estamos? -dije mientras me sentaba en la cama.
- Este es mi departamento
- Co... ¿cómo me trajiste hasta aquí?
- No fue fácil... al verte ahí inconsciente entre en desesperación, no sabía que hacer, te arrastré casi tres cuadras por medio de callejones para evitar llamar la atención, pero llego un momento en el que no podía cargarte más, no sabía que hacer, pero note como una pareja bajo de su auto no muy lejos de donde estábamos para recoger comida que había en el suelo, supongo que era comida que habían saqueado de la tienda cercana y que había caído sin que se dieran cuenta los que lo hicieron. Aproveché que estaban distraídos y te subí a la parte de atrás del auto lo más rápido y sigilosamente que pude, entre por la puerta del copiloto y arranqué el auto lo más rápido que pude hacía mi departamento, fue una suerte que hayan dejado las llaves puestas, pero no puedo evitar sentir culpa por lo que hice... ¿y si les paso algo? soy mala persona... ¿verdad?
Al verla veía la culpa que sentía y aunque ahora todo es un matar o morir no puede evitar sentirse culpable y es ese rasgo de humanidad lo que me hizo apiadarme y confirmar que en realidad es buena persona.
- No, no lo eres, pero por lo que veo con lo que está pasando afuera de ahora en adelante tendrá que ser así, son ellos o nosotros, podría decirse que es un mal necesario.
- Necesario para nosotros... -me respondió con desaliento.
- Lo sé... pero ahora todo tendrá que ser así, no será fácil y sé que no fue fácil para ti, pero esa es la realidad ahora y tenemos que aceptarla... además me salvaste la vida y no sabes cuanto te agradezco.
- Tú me salvaste primero -dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
- Supongo que estamos a mano, ¿no? -le respondí con la misma sonrisa.
- Si, lo estamos, ¿qué hacemos ahora? ¿cuál es el plan?
- Para mí sigue siendo el mismo, tengo que buscar a Helen.
- Ya veo... -respondió con desilusión.
- Me preparare y me iré, de nuevo muchas gracias por todo lo que hiciste por mí, fue un placer conocerte.
- No puedes irte aun, no estas bien
- Si lo est... -tambaleo por un leve mareo al levantarme-
- ¿lo ves? ¡no estas bien!
- Puede que sea cierto, pero no me importa, ya perdí mucho tiempo estando inconsciente y necesito encontrar a Helen -me dirijo hacia la puerta- no puedo imaginar por lo que está pasando y no estaré tranquilo hasta asegurarme de que este bien.
- Espera... -me sostiene de la mano- comprendo que no podre convencerte de quedarte o de al menos esperar un tiempo, pero tú tampoco me convencerás de quedarme, iré contigo -dijo decidida.
- ¿Por qué? no tienes que hacerlo -intento soltarme de su mano- esto es cosa mía, tú no tienes nada que ver, además debes tener amigos, familia o pareja por quien preocuparte.
- No... estoy sola... no tengo a nadie, me aparte de mi familia y amigos por mis estudios y trabajo, no tengo a nadie...
- Se lo que es eso... está bien, vamos.
- ¡Gracias!