Se escuchaba ruido tras la puerta, estaban tocando con fuerza y aunque no quería, sé que debía hacerlo... tenía que saber quién era la persona que estaba atrás de la puerta, lo que Vanessa me conto no respondió mis dudas, pero si me preocupo más y estoy asustado por lo que le pueda pasar a Helen.
- ¡¿Que?! ¡¿porque tienes que abrir?! ¡no lo hagas! -me grito mientras caminaba hacia atrás con las manos en el pecho.
- Solo quiero saber quién es, ¡Helen sigue fuera con todo este mierdero! -le grite mientras me acercaba a la puerta- tengo que asegurarme de quien es la persona que este afuera, puede que sea Helen.
- Pero también puede que no...
- Vale la pena tomar el riesgo.
- ¡Eso es estúpido! -me dijo mientras me halaba de la mano- ¡es peligroso ahí fuera, no puedes atender la puerta así como así!
- Lo hice contigo, ¿no?
- Si, pero...
- ... solo mirare por el agujero de la puerta para saber de quien se trata, recuerda que tome ese mismo riesgo contigo -le dije mientras me soltaba de su mano.
- Esta bien -respondió mientras se ocultaba levemente tras el sillón- solo ten cuidado ¿sí?
- Lo tendré.
Me acercaba poco a poco a la puerta, puede que me haya visto valiente ante Vanessa, pero estaba aterrado por dentro, tenía que hacerlo... aunque fuera poco probable tenía que ver si era ella, solo pienso en ella y su bienestar, no sería capaz de seguir si algo le pasara, ella siempre ha sido el motivo por el que sigo adelante y me he levantado cada mañana hasta ahora... si la pierdo se acaba todo para mí...
Acerco mi ojo por la mirilla de la puerta... ¡mierda! casi caigo sentado del susto, había un ojo mirando al otro lado por la mirilla.
- ¡Hola!, muy buenos días si es que aún existen, estamos buscando a una mujer, es amiga nuestra y nos dijeron que usted la había dejado entrar ¿nos podría dejar entrar para buscarla?
Estaba mudo, no sabía que decir, según Vanessa le querían hacer daño así que creo que no debería confiar en ellos -volteo a verla- pero... ¿debería confiar en ella?
- No recuerdo haber abierto la puerta a nadie, no soy tan estúpido como para dejar a entrar a alguien con el mierdero que hay fuera
- ¿Estás seguro? eso no es lo que dice tu vecina, una ancianita muy agradable -dijo entre risas con los otros hombres-
- ¡¿Le hicieron algo?!
- Para nada, ella está bien o eso creo.
- ¡Malditos locos!
- Escucha amigo, llámanos como quieras, pero esa zorra que tienes ahí dentro dejo mal herido de la cabeza a uno de nuestros amigos así que ¡abres o entramos a la fuerza! -dijo dejando caer un duro golpe en la puerta.
- ¡Ya les dije que aquí no hay nadie aquí! abriré para que lo confirmen -le dije mientras hacía señas a Vanessa de que se ocultara.
No estoy seguro de lo que hago ¿por qué les voy a abrir? pero ¿qué más opciones tengo? si no los dejo entrar tumbaran la puerta y terminara mal para los dos, pero si los dejo entrar y Vanessa se logra ocultar nos libraremos ambos... de todos modos es nuestra mejor opción creo, por favor Vanessa, ocúltate bien -pensé mientras abría la puerta.
- Sigan y verifiquen que no hay nadie, verán que no miento -les dije confiado mientras en el interior estaba aterrado.
- Buen muchacho, entren y busquen en todo el apartamento, ¡no dejen ni un espacio sin revisar! -me pone un cuchillo en la garganta- si la encuentran este come mierda también se muere.
Estaba aterrado y rogando en el interior que no la encontraran, espero no haberme equivocado, pero no podía entregarla, sé que en momentos así debería pensar en mi bienestar, pensar en mi propia vida, pero tampoco podía entregarla, no hizo nada malo además de que la culpa me carcomería la mente, aun así, hare conversación con este hombre, puede que no sea el momento correcto, pero necesito respuestas, además puede que gane algo de tiempo.
- Disculpa ¿cómo te llamas?
- ¿Acaso importa? -me dijo mientras me sujetaba del brazo con más fuerza.
- Pues al menos me gustaría saber el nombre de quien está saqueando mi casa y me tiene sujetado.
- Jaja, suena justo, mi nombre es Damián
- El mío es Erick -mentí.
- Erick, ¿eh? -dijo mientras me miraba fijamente- recuerda "Erick" si encuentro a esa zorra ambos se mueren.
- Y yo te aseguro que no encontraras nada -dije con seguridad mientras lo miraba fijamente.
- Eso espero muchacho.
- Y tu ¿sabes lo que está pasando o estas igual que el resto?
- Niño, muchos dicen que es el apocalipsis, la ira de Dios, otros que se trata de alienígenas e incluso escuche a unos idiotas hablando de una simulación o yo que se, pero te diré algo, el mundo cambio repentinamente, los gobiernos caerán, todo será anarquía, aquí dominara el más fuerte y el que someta a otros, es simple lógica muchacho, el mar fuerte siempre devora al más débil y créeme que no pienso ser ganado, seré el lobo, el nuevo mundo necesita lideres fuertes como yo y a quien no le guste pues ya te imaginaras.
Estaba helado ante lo que oí... ¿en qué momento el mundo se fue a la mierda? por dios ¡¿apenas deben ser las 10 de la mañana y ya todo se fue al carajo!? ¡¿Ya no hay gobierno?! ahora que lo pienso al mirar por la ventana solo logre ver a algunos policías pero nada serio, ni siquiera fuerzas antidisturbios... ¿será cierto todo lo que dice? Debo encontrar a Helen.
- No encontramos nada Damián -dijo uno de sus hombres.
- ¿Lo ves? -dije mientras soltaba mi brazo con fuerza.
- ¡Vaya!, parece que no mentías Erick -dijo mientras caminaba hacia la sala- pero sabes algo, no soy tan tonto, así que dime "Erick" ¡zas! -me tumba al suelo de un golpe en la cabeza- o más bien Michael, de seguro se te ve lindo ese saco de mujer que está en el perchero ¿verdad?
¡Mierda! ¡¿cómo no me fije en eso antes?! debí haberla tirado por la ventana.
- ¡Eso es de mi novia! -le grite mientras trataba de levantarme.
- ¡oh! ¿de verdad? discúlpame por la equivocación ¡zas! -caigo de nuevo al suelo por un golpe- de seguro a tu novia también le gusta dejar su bolso fuera de la puerta del apartamento, ¿verdad? -dice mientras agarra un bolso que estaba fuera- veamos que hay aquí... ¡oh! mira nada más, -me muestra un documento- tu novia se parece mucho a la chica que estamos buscando, que gran coincidencia ¿no crees? el mundo a veces es tan pequeño -me toma del cuello- ahora dime imbécil, ¿dónde está esa zorra?
- ...
- ¿No piensas hablar? bien, como quieras, pero recuerda que te lo advertí.
Damián procede a tomar un cuchillo y lo pone en mi garganta.
-Ultima oportunidad Michael ¿dónde está?
- ...
- ¡¿Que donde esta esa zorra, Michael!? -me hace un ligero corte en la garganta- ¡responde antes de que vaya más profundo!
- Yo... yo...
- ¡¿Que!? ¡¿Que!?
- ¡Vanessa ahora!