Finalmente, llegó el fin de la jornada, el cual Stacy había estado esperando con ansia. A través de la ventana de vidrio, miraba hacia la sala de reuniones y observaba a Chris sentado en el asiento principal, escuchando tranquilamente y en silencio, los informes del personal de varios departamentos. La apariencia suave y refinada de su rostro, y la frialdad de su mirada la atrajeron una vez más, pues aunque este hombre era odioso, no podía evitar que le gustara su físico. Sus cejas, ojos, nariz, boca... incluso la nuez masculina de Adán en su cuello era atractiva. La apariencia del hombre siempre se le hacía inexplicablemente familiar. En ese momento, el rostro de Stan cruzó por su mente repentinamente y ¡los latidos de su corazón se alteraron!, pues sintió que este hombre era algo pa