Capítulo 14

665 Words
  Pero Steven levantó la mano para bloquear la bofetada de Stacy en el aire, y luego le torció la muñeca y le dijo: "¿Qué?, ¿quieres pegarme? Stacy, ¿quién te crees que eres?".   Steven lanzó su mano sin piedad, por lo que Stacy tropezó y cayó al suelo. Sus rodillas resultaron con heridas abiertas y la sangre empezó a salir. Cuando descubrió la conspiración, a Stacy no solo le dolía el cuerpo, sino también el alma.   "¡Stacy Ku! ¡No creas que puedes salirte con la tuya arruinando mi negocio! Tu padre todavía está en la cárcel, ¿no es así? ¡Les pediré a mis colegas que visiten la celda de tu padre! Oh, ¿crees que tu madre puede soportar ese tipo de conmoción?", amenazó Steven, riendo siniestramente, lo cual hizo temblar a Stacy.   "Steven Li, ¿qué quieres hacer? ¡No hagas tonterías!", respondió Stacy con una voz ronca.   "¿Qué? ¿Tienes miedo?". Steven se rió a carcajadas y luego. "No es difícil para mí investigar el asunto de la familia Ku, así que, presta atención: a menos que puedas hacer que Chris William cambie de opinión, ¡no te dejaré en paz! Si no obtengo esa bendita oferta, tu familia también pagará las consecuencias!".   Después de terminar de hablar, escupió en el suelo, se dio la vuelta, volvió al coche y se marchó con actitud arrogante. Mientras tanto, Stacy estaba sentada a un lado de la carretera, temblando y llorando silenciosamente en esta fría noche...   ...   A la mañana siguiente, un par de cálidas manos la movieron suavemente para despertarla: "¿Stacy?".   Ella abrió los ojos aturdida y al ver el rostro amable de su madre, su corazón se llenó instantáneamente de paz y, con la voz un poco ronca y una leve sonrisa, le respondió: "Buenos días, mamá".   Cuando llegó a casa la noche anterior, su madre y su hijo ya se habían quedado dormidos, así que después de tomar una ducha, ella simplemente se limpió las heridas en sus rodillas, pero no se atrevió a despertarlos y se quedó dormida en el sofá.   "Stacy, llamaron de la prisión en la mañana. Tu padre...", empezó a decir Mary Yu, que parecía muy preocupada, pero antes de que pudiera terminar su oración, las lágrimas brotaron de sus ojos, haciendo que Stacy quedara sorprendida.   "Mamá, ¿qué pasa? No llores. Habla despacio", le indicó Stacy, sentándose rápidamente. Mary asintió y miró al niño que todavía dormía en la habitación.   "Está bien, no voy a llorar. No quiero asustar a Stan", dijo la madre y, secándose rápidamente las lágrimas, continuó: "Dijeron que tu padre se había caído cuando fue al baño esta la mañana. Su cabeza estaba sangrando y, aunque no parecía un accidente, no pudieron encontrar a los culpables...".   ¡La cara de Stacy se puso pálida! Esas palabras maliciosas que dijo Steven la noche pasada volvieron a su mente y de pronto, sintió un escalofrío recorriendo su espalda: "Mamá, no te preocupes. Veré a papá cuando me desocupe en la tarde".   "No, tienes que ir a trabajar, hija. Yo iré", respondió de inmediato Mary, cuyos ojos se llenaron de lágrimas. Luego continuó: "No sé si tu padre ha ofendido a alguien. Ya ha sido lo suficientemente duro para él estar en prisión durante tantos años. ¿Por qué pasaría algo así justo cuando está a poco tiempo de salir?".   "Mamá, iré yo. Yo también estoy preocupada, además tú no puedes soportar este tipo de situaciones". Stacy Ku estaba aterrorizada, pues no podía permitir que su madre vaya.   "Stacy, déjame ir. Si no veo a tu padre con mis propios ojos, no me sentiré cómoda...", insistió Mary.   En este momento, la voz suave de un niño llegó desde la puerta del dormitorio: "Buenos días, abuela. Buenos días, mamá...".   El cuerpecito del pequeño cayó en los brazos de Stacy y, con una mirada soñolienta, dijo: "Mamá, quiero acompañar a la abuela a ver al abuelo".
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