Capítulo 2 I Parte

1376 Words
La revista People ya se encontraba anunciando la llegada del exitoso empresario billonario John Foster en Nueva York, su foto estaba en primera plana y eso no lo sorprendió en lo más mínimo, en la foto se encontraba en Florencia en uno de sus viajes de negocios y se habia hospedado en el hotel Le Rosse, él podía recordar el día en que un par de camarógrafos pidieron algunas fotos para sus revistas y el accedió sin ningún problema, ahora su imagen se encontraba por todas partes y eso habia sido hace tan solo una semana El poder de los medios no dejaba de asombrarle, incluso luego de empezar a ser notado por el primer flash de una cámara hace diez años, a partir de ahí muchas más luces iluminaron su rostro y micrófonos estuvieron atentos a sus palabras a medida que se abría paso en el estratégico y duro mundo de los negocios y finanzas. Si bien alcanzar el éxito habia sido su mayor objetivo con apenas veintidós años no habia pensado lo oscuro y solitario que realmente podía llegar hacer el camino hasta la meta, habia tenido que pasar por duros golpes, desilusiones y traiciones hasta llegar al ser el hombre que ahora se habia convertido Una tarea nada fácil que lo tuvieron con insomnio más veces de las que le gustaría recordar, ahora con casi treinta y tres años la prensa le habia otorgado varios apodos, entre ellos que ahora era considerado un “tiburón de los negocios” o “El tiburón Ingles” —pues sus raíces eran británicas — aunque el término “tiburón” le agradaba poco pues no se consideraba una persona sin escrúpulos y ser ambicioso no lo veia como algo malo hasta cierto punto, todo el mundo debería aspirar a lo mejor siempre y eso era algo que él habia hecho sin duda, se habia graduado con honores en el mejor universidad de Londres y hasta hace poco conseguido un master en finanzas, era un profesional en la banca que paso gran parte de su vida estudiando para conseguir el éxito que ahora tenia, destacando en todo cuando podía, era dueño de múltiples compañías textiles, habia firmados contratos con los mejores patrocinadores de algo que llamaba mucho su atención y que también era una especie de hobby Los autos de carreras Actualmente sus contratos eran con NASCAR y habia recibido ofertas de F1, sus empresas se encargaban de surtir los uniformes de los pilotos y diseñar las telas que ibas a parar en manos de grandes diseñadores, siempre innovaba con nuevos y llamativos diseños que dejaran a todas con la boca abierta, asi habia sido desde hace tres años, actualmente su concepto en los negocios era de un “ganar- ganar” para todos, por ello no le agradaba tanto el apodo que la prensa habia elegido para él pero era mucho más cómodo que ser considerado abiertamente por las revistas femeninas y de cotilleos como un “Bombón” Aunque sabia perfectamente el efecto que causaba en el sexo opuesto Ahora se encontraba camino al banco central de Nueva York, hasta hace poco se habia convertido en el nuevo propietario y estaba a punta de supervisar sus instalaciones, miró a través de la ventanas el clima afuera, no cavia dudas de que estaban a penas a medio invierno y aun asi él se encontraba vestido con una gabardina de cuero beige, un traje Armani n***o hecho a medida y una corbata dorada confeccionada por su propia empresa textil, habia sido de las primeras y él habia tenido el placer de presentarla al mercado, habia sido proyecto capaz de combinar la tecnología de vanguardia con la moda del momento, era una combinación de seda con oro de 24 quilates, una de las más caras en el mercado desde luego, era una verdadera ventaja ser el dueño de la empresa en cuestión Dios sabia lo poco o nada de la moda que John tenia entendido, no era su fuerte pero con mucho asesoramiento habia logrado crear su propia empresa textil, aun podía recordar el motivo real detrás de todo ello, habia sido lo principal en su mente sus primeros meses en Londres y su motivación habia sido sin lugar a duda una mujer, queria ver cierto par de ojos azules como zafiros brillantes iluminarse aun más de alegría al poder de alguna manera ayudarla a contribuir a su sueño… Pero todo se habia caído en picado justo cuando más ilusionado estaba con el proyecto “Creo que lo mejor es que ambos tomemos caminos separados John, no estoy lista para tener una relación” habia dicho ella del otro lado de la línea telefónica “¿De que estás hablando Alison? No puedes estar diciéndolo en serio amor, tenemos que hablarlo” A él le habia costado tanto creer en sus palabras, en su mente no paraba de ver a la chica de mejillas sonrosadas y ojos donde el amor se desbordaba El amor que por él sentía “No quiero tener nada que ver contigo, te deseo mucho existo en tu carrera y en tu futuro… Adiós” Él se habia cansado de devolverle la llamada para luego del tono lo mandaba directo al buzón de mensaje y ella nunca respondía, habia estado a punto de viajar a Paris con la intención de buscarla, necesitaba respuestas, necesitaba verla, si no fuera porque su hermana menor lo ayudo a calmarse y pensar con la cabeza fría habría ido detrás de ella, sabia que se encontraba estudiando diseño, persiguiendo sus sueño al igual que él, pero con ayuda de su hermana habia descubierto que ya otro ocupaba su lugar, su hermana Lissa habia contratado hasta un investigador privado que no tardo en revelarle un pensamiento que jamás cruzo por su mente Alison tenia a alguien más ¿Cómo iba a imaginar que la mujer a la que le habia entregado su corazón lo dejaría por otro hombre? ¿Cómo habría podido pensar en algo como eso cuando era consciente del amor en sus ojos? De su lealtad y sinceridad… Jamás habría adivinado la triste realidad Habían hecho falta varias noches en vela y botellas de licor para evitar ir detrás de ella y exigir una explicación, después de todo creía merecerla pues no solo se alejo de ella para construir su futuro sino el de ambos, habia sido parte de su sueño, ella habia sido todo lo que quería A pesar de dolor que su traición causo él jamás a podido sacarla de su corazón y eso seguro sorprendida a toda una población femenina, luego de eso para nadie era un secreto que era considerado algo muy cercano al termino de playboy, ese título le duro más de un par de años, las mujeres con las que llego a estar y que sacaron a relucir su historia intima con él a la prensa lo llamaron abiertamente un canalla, John no desmintió nada de lo que decían de él, ni lo bueno ni lo malo, ese tipo de comentarios no aportaban nada a su bolsillo, al principio le resultaba bastante irónico que lo tacharan de ser un canalla con las mujeres siendo estas la que se arrojaban a sus brazos sin ningún pudor Él marcaba los puntos sobre las “i” con una mujer que le llamara la atención, la explicación era simple y sencilla: Solo era cosa de una noche, nada más, apenas habia tenido un puñado de amantes en el pasado y apenas habia logrado entablar una relación sintiéndose menos que contento con ella Al final habia optado sin darse cuenta por ser el  “Soltero codiciado” que le habían apodado precisamente muchas revistas femeninas, un titulo con demasiada verdad que no podía negar —Hemos llegado señor Foster —Anunció su chofer a medida que un guarda espaldas del lago del copilado salir de la limusina y se aproximaba hasta su puerta para abrirla, de inmediato detrás de él un vehículo más con vidrio negros se detuvo un par de gorilas más se aproximaron vigilando sus flancos —Pfff —John suspiró colocando sus manos cubiertas por guantes negros en los bolsillos de su pantalón y respiro el aire frio de Nueva York
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