¿Cuál era el problema de los tragos suaves y dulces? Que parecen inofensivos, puedes beber grandes cantidades al principio y no darte cuenta de la locura que estás haciendo hasta que te estés tambaleando como en una cuerda floja en dirección a los baños tal y como era el caso de Alison —Dios, odio los mojitos —farfullo por lo bajo mientras todo el lugar empezaba a darle vuelta Afortunadamente no habia cola para entrar al baño, después de hacer sus necesidades lo mejor posible con todo dándole vueltas salió a trompicones del lugar, seguro daba una pésima imagen de si misma pero lo mejor de todo es que nadie parecía darse cuenta de ello, por fortuna Estaba aliviada de no haber llevado consigo sus altísimos tacones, solo Dios sabia que no habría podido caminar con ellos bajo el efecto de l