Yo me quedé sorprendido mirando sus senos al salir del baño, lo blanco de estos contrastaba ligeramente con el color de su piel quemada por el sol, son muy parecidos a los de Vero, pequeños perfectamente redondos la única diferencia es que éstos tienen más pecas.
Escuché a las gemelas que salían de su habitación, así que sentí culpa por mirar a Andrea y entré rápidamente al baño, me mojé la cara y salí con una toalla secándome la cara como lo más normal del mundo.
Ellas estaban detenidas frente a la cama mirando a Andrea y sus caras les cambió a pavor cuando me vieron salir del baño.
—Andrea tápate estás desnuda! —dijo Karina despavorida.
—¿Y qué? —dijo Andrea evidentemente despierta con los ojos cerrados.
—Tú papá está aquí... —responde tímidamente Karina.
—¡Nuestro papá! —replicó A
