Muy agitada Vero se da vuelta haciéndome salir bruscamente de ella, quiere más atención en sus zonas erógenas, me acomodo sobre sus piernas y con las manos llena de bloqueador ataco directamente sus senos amasando los y pellizcando sus pezones.
Vero gime y se estremece al continuo castigo que reciben sus senos, donde retuerzo sus pezones y estiro hasta donde la crema me lo permite antes de resbalarse de mis dedos.
Mi sexo está tan erecto que no toca a Vero lo tengo casi pegado a mi abdomen y ella extiende su mano para tomarlo, me sobre salto porque pensé que era una de las niñas, pero igual lo alejo de sus manos y bajo más sobre sus piernas.
Dejando atrás sus senos bajo por su abdomen untando el bloqueador y con ambas manos acaricio su cintura y caderas donde acaricio con ligera fuerza
