—Que conste, cuando se acabe la canción paramos —mientras se abría paso entre las amigas directo a la pista de baile. Apenas llegar la tomé fuertemente de la cintura con la mano derecha y comencé a bailar mi mejor repertorio. Terminamos bailando el set completo de salsa y luego de varios chistes que le dije mientras bailaba y hacerla soltar la carcajada, terminamos el set exahustos y le invité una cerveza en la barra, donde continué haciéndola reír mucho. Más tarde con el calor de los tragos le propuse ir a un sitio más intimo a hablar un poco más de nosotros. Había logrado caerle en gracia, y fue ella la que me dijo para seguir bailando y fuimos a la disco de moda a bailar. El baile y la risa y los tragos hicieron su magia, y entrada la madrugada y algo batsante tomados nos fuimos a un