—Semi desnudo aún tenía la camisa y el boxer. Por eso asumí que habías sido tú.
—¿Gise no has pensado que en tu borrachera fuiste al baño y estabas estreñida?
—Nunca he sufrido de eso Sergio, ¡por Dios!
—¿Y Anoche cuando lo hicieron en la playa, no lo hiciste por allí? A lo mejor si lo hicieron y unos granitos de arena son suficientes para hacer tal daño.
—No, eso no es posible... Verás con Alberto... Nunca lo hemos hecho así. —me miró y miró hacia la mesa y al verla vacía me levantó el vaso vacío.
Le di mi vaso que aún tenía licor y entré rápidamente a buscar la botella de whisky, servirnos nuevamente y seguir mirando el mar mientras ella continuó.
—Una vez cuando éramos novios él intentó, pero me negué tan rotundamente que él más nunca intentó, ni solicitó hacerlo de esa manera. De
