—Unirnos en una gran familia compenetrados y felices, más que antes, mucho más —mirándola fijamente a los ojos. —Pues conmigo no cuentes —tomándose de un solo trago la bebida en el vaso y dándome la espalda entró a la casa. Ella debió entenderlo todo, la velocidad con la que respondió negativamente significa claramente que, es algo con lo que nunca ha estado ni estará de acuerdo... Al ingresar nuevamente a casa, me llevo una sorpresa, mientras estaba con Gise hablando, habían llegado a la casa Luciano el hermano de Guillermo de Panamá, con su esposa Luzmila y un par de impresionantes mujeres idénticas. Por un momento las recordé hace 15 años cuando jugábamos en la piscina con Vero y Guille y que luego la suegra nos capturó infraganti a Vero y a mí en el ático, ya entonces con 10 años a