Después que Cami termina de ver a su padre se voltea y le da un abrazo a Andrea y lloran juntos de nuevo, luego le preguntó algo y señaló a donde estaba su abuela Doña Zaira. Cami dejó a Andrea con las otras dos niñas y se acercó a su madre que se puso de pie para recibirla, se detuvo frente a ella y se miraron por un momento a los ojos, fue inevitable que a ambas se le llenaran de lágrimas los ojos y se abrazaron fuertemente, mientras se abrazaban Cami se fijó en mí y en Vero a quien le dio una leve sonrisa. Luego de soltarse se hablaron unos minutos refiriéndose a las niñas y Doña Zaira lo que hacía era llorar y llorar, lo que no había hecho antes lo estaba haciendo ahora, de pronto ella dejó a Cami y se dirigió a donde estaban las niñas que estaban sentadas frente a la urna, Andrea se