—Bueno hijas no es para menos —contarle a las tres niñas este tipo de cosas es delicado— pueda que a Andrea le hubiese podido contar, entiéndanme apenas las estoy conociendo y... —Ya no somos unas niñas papá, tenemos 15 años y con todo lo que nos has visto y tocado aún ¿no es suficiente? —Replica Camila con una mueca exagerada en la cara. —Hijas por favor —dije angustiado y con culpa. —Jajajaja —explotaron en risas las tres. —Estoy bromeando papi —responde nuevamente Camila— créeme que te entendemos, tenemos días torturándote conscientemente. —¿Cómo? —me perdí nuevamente. —Quien se acostó el otro día contigo en el cuarto fui yo —continuó Camila— papá, estábamos ebrias esa noche, estábamos dispuestas a cometer cualquier locura... —Pero... —Pero no duraste nada, acabaste muy rápido y