Desperté como a las 11 y media, estaba solo en la cama, había una nota de Vero en la mesa de noche, donde decía: “Estamos en el restaurante de la piscina” y tenía un corazón como firma. Me hizo sonreír y muy alegre me di un baño, me vestí y salí en busca de los demás. Al llegar al restaurante eran ya las 12 y algo, busqué la mesa, los vi de lejos y estaban casi todos comiendo menos Gise y Cami, seguro estaban hablando ya. Fui directo al buffet de comida y como tenía mucha hambre me serví en abundancia. Me dirijo a la mesa y ocupo una silla vacía. Luego de saludar a todos, empezaron a bombardearme con preguntas sobre lo hablado con Gise, le hice saber que deseaba primero comer y luego les diría, como supuse Gise y Cami estaban hablando, no pregunté pero igual me lo informaron. —Gise y Ca