En el vídeo se puede ver el momento en que se conocieron, ver la sorpresa en sus caras supera por mucho el momento en que Cami me contó como fue. Ver a las tres niñas mudas justo al verse y reconocerse en cada detalle del rostro no tiene precio. Mis ojos no dejan de lagrimear, Cami está con una sonriente nostalgia a nada de soltar el llanto, Vero ya se había estropeado el maquillaje y Doña Zaira continua su mar de llanto, seguramente oír la voz de don Guillermo también la impactó, además de ver el mágico momento. Hasta Ann y Guille también tienen los ojos húmedos. Me doy cuenta que todos en la mesas tienen los ojos aguados incluida Gise, que está haciendo un esfuerzo sobre humano por no dejar que una lágrima caiga, pese a la humedad de sus ojos. —¿Son mis primas? —pregunta Andrea mirand