—Caro, cualquiera puede mostrar su carta si así lo quiere, lo dijo el abogado. Además allí no dice cuál es el plan. —Bueno —dije para parar la discusión— allí no hay nada que las comprometa. Así que no se preocupen por mi, pueden contar conmigo con lo que sea necesario para llevar a cabo la reunificación de la familia. Esto iluminó los ojos de las tres niñas que celebraron con miradas cómplices entre ellas. Y para celebrarlo con ellas les dije: —Como ninguna trajo ropa para quedarse y Andrea tiene que renovar su guarda ropa, y ustedes dos tienen que llenar el de ustedes, nos quedamos a hacer shopping. —¡¡Yeeeiiii!! Celebraron al unísono las tres. Y empezamos de inmediato a recorrer el centro comercial, empezando por la ropa casual, todo lo hicieron para combinarse aunque casi no se