El miércoles caminando hacia mi habitación después de desayunar ella iba saliendo del baño hacia su cuarto, sin pensar la tomé y la besé con ardiente fervor y así nos fuimos dirigiendo a mi habitación, luego de cerrar la puerta la seguí besando mientras la iba desnudando, le quité el short, la franela, no tenía bra así que besé y chupé sus senos largo rato, luego al final de las escaleras me senté y junto conmigo también la senté sobre mi regazo. Ella estaba sentada en mis piernas, y yo sentado lamiendo alternadamente sus preciosos senos, la intensidad iba en aumento, el aire estaba saturado de ganas intensas, más por ella que por mí, las caricias ya se hacían rápido y con fuerza, apretones que dejaban una blanca marca al soltar sus carnes por pocos segundo, la hice parar un momento para