—¿Qué hablaste con mamá? —dijo sin anestesia apenas cerré la puerta y mirándome fijamente. ¡Oh! esos hermosos ojos, realmente los iba a extrañar mirándome en ese momento cuando está por llegar, pero debo permanecer firme en lo hablado con la suegra y darle a entender que es una decisión que se tomó por el bien de todos. —En que esto se debe acabar... Vero comprende que si seguimos van a haber consecuencias, ayer se enteró tu mamá ¿mañana quién crees que se va a enterar? —¿Quién lo decidió? —Vero, comprende que pueden pasar cosas malas. Tu mamá ayer estuvo a punto de llamar a la policía? Si hubiese sido tú papá seguramente ya estaría preso, o le da una vaina y se queda en el sitio... —¿Quién? —¡Yo! —listo lo dije, ahora a agarrar el toro por los cuernos. —¡Mentira! Tú no quieres que