Enamorado de mi Cuñada

¡SERGIO!

La fiesta continúa su curso. Ya cerca de 3 am. las mujeres están muy bebidas. Ya la suegra está quejándose de los pies y se quiere ir.

El suegro aún como un roble, a viejo pa aguantar caña. Gise entre risas y tragos está muy tomada creo que es la que más tomada está. Cami aún con ganas de irse y Vero que entre los tragos que le ofrece Gise y la negativa de la mamá de que siga tomando, está más ebria de lo que se aparenta.

Yo había bajado el ritmo. Pues ando manejando. El suegro no me preocupa pues es un zorro viejo y ha llegado a casa en peores condiciones.

A Vero de vez en cuando la he pillado mirándome, hemos sostenido la mirada varias veces pero es a mí a quien le ha tocado desviarla. Con todos en la mesa es una locura la forma en que lo hace Vero.

En pocos momentos el nivel alcohólico de Gise pasa de estar muy tomada y alegre a casi completamente ebria e impertinente. Así que se toma la decisión de irnos para la casa. Mi suegro y yo salimos adelante para ir buscado los autos mientras ellas se despiden de los anfitriones.

Luego de ir al aparcamiento cercano el suegro y yo esperamos como por 15 minutos en la puerta de la entrada, hasta que por fin salieron riéndose y armando alboroto. Tuve que ayudar a subir a Gise que ya no coordinaba y Vero subió a la parte de atrás.

Durante el camino era Vero quien me traía nervioso. Tenía su mirada clavada en mí por el retrovisor. Yo no podía mirarla fijamente así que la miraba de momento cuando el camino me lo permitía.

Al llegar a casa me tocó cargar a Gise al hombro y llevarla así a nuestra habitación. El suegro antes de subir me propuso, que bajara para tomarnos un trago más antes de dormir. Se lo prometí mientras todas las demás mujeres me acompañaban en el camino a sus habitaciones.

Luego de prácticamente tirar a Gise en la cama y dejarla así como estaba. Bajé y cerré la puerta del ático y vi la puerta del cuarto de Vero abierta y la luz encendida.

Me detengo justo enfrente y me acercó lentamente a la puerta, no hace falta abrirla más. A medida que me acerco la habitación va apareciendo ante mis ojos, ella está sentada frente a su peinadora, está mirando por el espejo hacia la puerta.

Ella sabía que me detendría en su puerta, me estaba esperando y no me sorprende. Me ve mientras se quita las prendas, me sigue viendo mientras se quita el cintillo. Estoy dentro de su habitación pero aún en el área de la puerta.

Me muevo a medida que se quita algo. Es un juego de solo dos, se quita la gargantilla, un paso más doy. Un zarcillo, luego otro. La pulsera, los anillos.

Quedo a dos pasos y ella se pone de pie. Aún tiene los tacones puestos y se ve imponente. Se me queda mirando. Y yo realmente como bobo esperando que se quite alguna otra prenda.

A los pocos segundos es evidente que no me voy a mover y Ella gira muy sutilmente su cabeza y mira por detrás de su hombro. Solo allí caigo en cuenta. No hay más nada que quitar solo el vestido.

Doy dos pasos y me coloco detrás de ella. Acercó mis manos suavemente a la mitad baja de su espalda y hay un cierre muy disimulado, es pequeño no más de 10cm de de largo y lo bajo lentamente. Y aparece ante mí, el canal que divide sus nalgas, no tenía ropa interior.

Ella todo el tiempo me está mirando a través del espejo. Intento bajar el vestido tomándolo con los dedos a su costado. Pero ella me sonríe y me dice que no moviendo sutilmente si cabeza.

No acepté ese no. Así que me pego completamente a ella, y le hago sentir nuevamente mi erección en sus nalgas. Ella sonríe entre ebria y pícara. Poso mis manos en su cintura por dentro del borde del vestido, que ahora más suelto me permite meter las manos. Siento sus eróticos huesos de las caderas y la aprieto hacia mi cuerpo.

Quiero continuar el beso y busco su cuello. Ella me rechaza sutilmente y de una vez me ofrece su boca entreabierta. Apenas rozo sus labios la pasión se desata, mi mano pasó a su estómago presionándola más sobre mi cuerpo, sobre mi sexo y la bajo hasta toparme con el comienzo de su monte.

—¡SERGIO!

El grito del suegro me hace pegar un brinco como un gato y caer a dos metros detrás de Vero.