Listo —pensé— ya viene un acoso. Pero lejos de lo que pensaba, la noche trascurrió tranquila, lo de hacer topless se está volviendo una simple costumbres para ellas y por eso lo hacen. Las niñas sorpresivamente pasada la medía noche y quizás por el vino sumado al trajinar del día, ya agotadas les dio sueño y con su salida del jacuzzi dimos por terminada la velada. Ellas se fueron a la habitación mientras Cami y yo nos tomábamos lo que pensé sería el último trago de la noche al servirme uno. —Viste Sergio no pasó nada, tú con tu cara de susto la pasamos bien ¿Por qué dejaste de beber hace rato? —mientras se colocaba el top. —Porque con ustedes no puedo dejar nada por sentado, si solas son peligrosas, contigo de su lado lo son más aún — Dije divertido. —Por Dios Sergio que dramático ere