—No sé por qué, pero cada vez estoy mas convencida que tú estás tramando algo. —No, nada que ver Gise, lo que yo quiero es la armonía familiar. Ven vamos a cenar. La cena estuvo algo animada, los niños fueron quienes la mantuvieron alegre preguntando mucho por el parque, luego de cenar Gise y Alberto se fueron a dormir dejando a doña Zaira encargada de Andrea de que no se acostara tan tarde. Arruinada la noche de doña Zaira, propuse acostarnos temprano para temprano levantarnos y disfrutar el parque, también para ser solidarios con doña Zaira, aunque, había una manera de fácil de solucionar lo de la suegra, preferí no tentar la suerte. Cada quien se fue a su habitación y fue lo mejor realmente el agotamiento nos está afectando en gran medida. Después de este viaje creo que voy a necesit