El Jueves 21 en la mañana desperté tarde casi a las 9, me di una ducha rápida y salí dejando a Vero aún dormida en la habitación, para sorpresa mía todo el mundo seguía durmiendo. Subí a la cocina donde el personal tenía todo listo para el desayuno me tomé un café y me comí un dulce de hojaldre pequeño, subí al puente de mando donde estaban los dos capitanes, luego de saludarlos di la orden para ir a las playas Le Anses. Desayunaríamos allá y así no perderíamos tiempo dando chance que en trayecto la gente despertara. En medía hora estábamos estacionados ya frente a dos playas hermanas: Anse Dofour y Anse Noire, completamente cristalinas a 3 kilómetros de las playas, desde el barco podíamos ver el fondo marino lleno de piedras y corales. En vista de que nadie había despertado me di a la t