La siento reptar muy lento sobre mí hasta bajarse por mi lado derecho, con mucho cuidado se separa de mí y lentamente rueda en la cama hasta bajarse. Entre abro los ojos y la miro cómo sigilosamente recoge su ropa en la puerta de la habitación y desaparece hacia la sala, luego escucho ruidos leves y finalmente la puerta de la calle. Creo que se dio cuenta de lo incómodo que sería hablarnos al despertar, primero hay que recapacitar un poco y cuidar lo que se diría sin que esto afectase mi relación con las gemelas. Es mejor y así debe ser, cierro los ojos me dejo llevar por el sueño. Desperté muerto de hambre, eran aproximadamente las 9:30 de la noche, ni idea a qué hora se fue Cami, me meto al baño y me doy una ligera ducha para espabilarme un poco. Ya vestido de pijama agarro el celular