Yo me quedé quieto y ella petrificada, y que pasaron unos eternos 5 segundos, en lo que pensé: ¿desde cuándo estaba ella allí? ¡Todo el tiempo! ¿Cuánto había escuchado? ¡Todo!, ¿Habría escuchado la película porno? ¡De cabo a rabo!, ¿Habría escuchado a Vero? ¡Con lujo de detalles! ¿Habría creído lo que se dijo de mí? ¡Tenía que verlo!. Vertiginosamente mi mente me hacía esas preguntas y ella misma se respondía, ella no hacía nada. Y como el casado era yo, debía ser yo el que diera el primer paso, es la norma. Ella estaba inmutable sentada en frente de mí con una mano entre los panties, mirándome fijamente a los ojos, entonces saqué la mano del short, pero no vacía, la saqué con mi mejor amigo. Los ojos de ella se desviaron hacia abajo, cuando vio el movimiento y los ojos se abrieron de pa