Fuera de los Límites

Capítulo 3

　　Skye

　　Me desperté y las almohadas que había puesto en la cama ya no estaban. ¿Cómo había sucedido aquello? Yo no las había movido, a menos que hubiera sucedido mientras dormía y ahora me encontraba con que no había distancia alguna entre Parker y yo. Mis piernas estaban extendidas sobre él, y el resto de mi cuerpo estaba demasiado cerca del suyo. Lo miré, y como él todavía parecía estar profundamente dormido me tomé un momento para admirarlo. ¿A quién quería engañar? Me sentí como una persona desagradable por ello. Dios, pensé; si por lo menos este hombre no fuera tan hermoso… Resoplé para mis adentros, encontrando que todo el asunto era injusto.

　　Comprobé la hora. Apenas había dormido un par de hora y pensé que podía dormir un poco más sin molestar a Parker ya que Amy no se levantaría hasta dentro de un par de horas. Siempre y cuando él esté fuera de mi habitación cuando eso suceda, me dije. No creí que ella fuera a apreciar el que yo compartiera la cama con su hermano. Amy era una de las que se oponen completamente a aquellos que salen con los hermanos de sus amigos. Otra buena razón para no seguir por ese camino. Eso y el hecho de que, de todos modos, él no me querría.

　　Dejé de mirarlo, aparté las piernas de él y me di la vuelta a modo de darle la espalda.

　　“No creo haber conocido a alguien que se mueva tanto y haga ruidos tan extraños como tú mientras duerme”, oí que Parker me decía, riendo.

　　Oh, por Dios. ¿Estaba despierto? ¿Sentía que lo había estado observando? Esperaba que no. Pensaría que era una perra loca que lo espiaba mientras dormía. Admito que es lo que estaba haciendo, pero era diferente; estaba admirándolo. No soy una loca acosadora.

　　"Lo sé, soy terrible; lo siento", le dije. "Espero no haberte lastimado", agregué, dándome la vuelta para mirarlo.

　　¿Y qué había querido decir cuando habló de ruidos extraños? ¿Qué clase de ruidos extraños? No sabía que hacía eso mientras dormía, era información que nadie había compartido conmigo jamás. Esperaba que no hubiera sido algo vergonzoso, como gemir, o peor aún, pronunciar su nombre. Eso hubiera sido realmente vergonzoso en ese momento. No sería capaz de volver a mirarlo a los ojos.

　　 “No hubo dolor, aunque sí un poco de contacto”, dijo.

　　"¿Contacto? Oh, por Dios, ¿qué fue lo que hice?”, pregunté, preparándome para esconderme debajo de las sábanas.

　　"Oh, nada serio, solo me agarraste el trasero", dijo, conteniendo la risa.

　　"¿Que hice qué? ¿Realmente lo agarré o solo lo rocé con mis manos?”, dije, sintiendo que mis mejillas se encendían.

　　Tranquila, pensé. Supongo que podría haber sido peor. Podría haber agarrado algo más.

　　“Bueno, fue como si lo agarraras”, se rió. “Debes haber estado soñando porque también estabas…, hmm…, gimiendo un poco”, agregó.

　　¡No! ¿Por qué, Skye, por qué?

　　Porque eres una zorra insaciable y lo quieres, me respondí.

　　¡Grandioso! Eso era justo lo que necesitaba, esa vocecita en mi cabeza llamándome zorra insaciable, lo que significa que era yo misma quien me llamaba así. Hubiera sido un momento excelente para que el suelo se abriera debajo de mí y me tragara. Levanté las sábanas para deslizarme debajo de ellas para esconderme y que no viera mi rostro rojo y brillante de vergüenza.

　　"Lo siento tanto, Parker", susurré.

　　Lo escuché soltar una fuerte carcajada y luego levantó las sábanas para meterse debajo de ellas, conmigo.

　　"Oye, está bien. Pero debe haber sido un gran sueño el que estabas teniendo; sonaba como si te estuvieras divirtiendo mucho", dijo, riéndose.

　　“Ni siquiera recuerdo qué más estaba haciendo. Necesito saber estas cosas para futuras referencias; para mi futuro esposo, por ejemplo”, dije luego, tratando de salir del paso con una leve risa.

　　 “A ver… Hubo algunos gemidos, gruñidos, algunos quejidos, y luego… Pues te pusiste un poco manos a la obra”, dijo. “Me asusté un poco cuando me tomaste el trasero por primera vez, pero, después de eso, simplemente te dejé hacer”, agregó.

　　¿Había hecho alguna otra cosa además de agarrarle el trasero? ¿Qué estaba mal conmigo? ¿Qué clase de persona hace eso mientras duerme? Era como si mi mente deliberadamente decidiera meterse conmigo mientras dormía.

　　“¿Qué otra cosa hice?”, le pregunté, cubriendo mi cara con mis manos.

　　“Me tomaste del brazo en un punto, y luego en otro punto y me frotabas la espalda”, dijo.

　　Juro que, con la pequeña luz en la habitación, me parecía que Parker estaba haciendo todo lo posible por no reír de manera burlona. Oye, al menos no había pronunciado su nombre entre gemidos. O eso espero. Sabía que era mejor no hacerle ese tipo de preguntas pues, al final, ello no haría sino generar más preguntas que respuestas.

　　“No sabes cuánto lo siento, Parker", suspiré.

　　“Oye, no hay nada por qué disculparte; estabas durmiendo. No podemos controlar lo que hacemos cuando dormimos”, dijo, con una suave sonrisa.

　　Me las arreglé para devolverle la sonrisa. Me alegré de que no estuviera enojado o totalmente asustado con eso.

　　"Por favor, dime que al menos lograste dormir un poco", le dije, para cambiar de tema.

　　"Sí, un poco", sonrió.

　　 “Eso es bueno. Tenemos todavía un par de horas más antes de que Amy se levante”, dije. “Bueno, si tú también quieres seguir durmiendo. No te culparía si quieres huir”, añadí, riendo por lo bajo.

　　 “No, está bien; estoy feliz aquí”, sonrió. “Un par de horas más suena bien”, agregó.

　　"Trataré de mantener mis manos quietas", dije. "¿Debería poner las almohadas entre nosotros otra vez?"

　　“No, eran bastante molestas; por eso las moví”, dijo.

　　Así que fue él. Pensé que había sido yo quien lo había hecho mientras dormía.

　　"De acuerdo. Sin almohadas, entonces", le dije.

　　Ambos nos acomodamos para seguir durmiendo un rato más y ajusté la alarma, solo para estar segura.

　　***

　　Me despertó la alarma de mi teléfono, la cual apagué con rapidez para prevenir que Amy la escuchara. Iba a darme la vuelta para despertar a Parker cuando me di cuenta de algo. ¡Él estaba cerca de mí esta vez, y me estaba acurrucando! Parecía que no era la única que se movía mientras dormía. No quería despertarlo, pero tuve que hacerlo. Amy se levantaría pronto y él no debía estar en mi cama cuando lo hiciera. Sentía tal comodidad y calidez estando así que no me quedó más que suspirar para mis adentros.

　　Golpeé suavemente su mano con mis dedos, gimió, pero sin despertar. Lo hice de nuevo, aunque con un poco más de fuerza esta vez.

　　"Parker, tienes que levantarte; Amy se despertará pronto", le dije en voz baja.

　　Se apartó bruscamente cuando dije eso, pues se dio cuenta de que me estaba acurrucando.

　　"Mierda, lo siento, Skye", dijo, sonando presa del pánico.

　　Me di la vuelta para mirarlo.

　　“No, está bien”, dije. “Y oye, solo te acurrucaste un poco, a diferencia de lo que yo te estaba haciendo”, agregué, riendo.

　　 “Sí, es cierto. Al menos no te agarré el trasero”, bromeó.

　　Me reí y volví mis ojos hacia él.

　　"Oh, cállate y vete", le dije.

　　 “Según lo planeado. Te veo luego, Skye”, sonrió, “Gracias por dejarme compartir tu cama. Dormí mejor de lo que lo he hecho en mucho tiempo”, agregó.

　　"Eres bienvenido en mi cama en cualquier momento", le dije.

　　Probablemente no fue mi mejor elección de palabras, pero, lo dicho. Levantó una ceja cuando dije eso, y luego vi una sonrisa de descaro en sus labios.

　　“Oh, Dios mío, no fue eso lo que quise decir. Vete de una vez”, dije, riendo.

　　Me guiñó un ojo, sonrió una vez más y luego se escabulló fuera de mi habitación. Solté un quejido, volviendo a caer sobre la cama. Podría haber sido perezosa y volver a dormirme, pero no lo hice. Me quedé allí, mirando al techo y reproduciendo en mi cabeza todos los eventos que sucedieron hasta aquel momento. Me preguntaba si aceptaría la oferta que le hice de ser bienvenido en mi cama. Sin embargo, pensé que él seguía siendo algo demasiado inalcanzable para mí, como un sueño.

　　A menos que él quisiera hacer otras cosas en mi cama. Eso también estaría bien para mí. Esa era yo, viviendo en un mundo de fantasía que jamás se haría realidad. Me abofeteé mentalmente. Necesitaba dejar de tener ese tipo de pensamientos sobre él.

　　Lo que sí tenía claro es que el tiempo que Parker pasara con nosotros habría de ser interesante.