34. SE QUEDAN.

2295 Words

El ataúd bajaba lentamente, Fernanda miraba la escena y le parecía irreal, sentía que estaba en una pesadilla, que no era real lo que estaba sucediendo, que pronto despertaría y se quitaría ese doloroso vacío que estaba sintiendo en el pecho, pero el brazo de Santiago que la rodeaba y la mano de Luciana que estaba entrelazada a la suya le decía que no. Que no iba a despertar nunca, que aquello era una pesadilla en carne viva y que su padre ya no estaba. Su padre que había sido su única familia, su único apoyo durante toda su corta vida, la persona que la había criado, cuidado, amado siempre. Él simplemente ya no estaba. El lugar estaba lleno de todos los empleados de la Hacienda las Heliconias, sarcásticamente Doña Isabel les había dado permiso a todos y cada uno de ellos, para acompa

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD