Una esperanza para Jade

Capítulo 10

—Gracias por la noche, fue increíble

—No tienes nada que agradecer, Jade, para mí fue un placer tener tan hermosa compañía

Responde mientras salimos del bar, después de un buen rato bailando y escuchando los coqueteos de este hombre vikingo, puedo decir que estoy exhausta, pero increíblemente feliz

—Por cierto, lo más importante no lo hablamos

—¿Qué?

Pregunto arqueando una ceja, abre la puerta del auto para mi haciéndome tomar mi asiento, me acomodo mientras el cierra y va hasta su lugar abordando, no tengo idea de lo que estoy olvidando

—Enserio ¿No recuerdas?

—No, por favor, dímelo, creo que tuve bastantes emociones por esta noche

—Y las que te faltan, pero está bien, te lo diré, recuerda que veníamos a celebrar la fecha y hora de tu entrevista

Mis ojos se abren como platos y me sonrojo ¿Cómo pude olvidarlo?, bueno, después de que me confesara gustarle, creo que mi mundo se volteó un poquito de cabeza

—¡Diablos! Tienes razón, lo olvidé

Estira su mano hacia a mí, acariciando mi mejilla con mimo, esa bendita electricidad de nuevo, pero me agrada como no tiene idea, ladeo mi cabeza en un intento para que no se detenga, me gano una sonrisa de su parte y tontamente suspiro

—Eres muy dulce, ¿Sabías?

—Will, no te pierdas del tema, dime

—Será la próxima semana, el viernes, nos esperará a las ocho de la noche para cenar en el restaurante Fiola, ya hice la reservación

Arqueo una ceja confundida, ¿En dónde queda ese lugar?

—¿Aquí en Nueva Orleans?

—No, iremos a Washington, el restaurante queda cerca del capitolio, Scott tiene asuntos que atender como siempre y no puede darse el lujo de venir acá, así que iremos

¡Wow! un viaje a Washington con Will, eso no me lo esperaba, esperen un momento ¡Papá va a matarme! ¡¿Washington DC?!; parpadeo un par de veces y él pone un gesto desconcertado

—¿Todo bien?

—¿DC? ¿Enserio?

—Si, no puedo bromear con algo tan serio, ¿Qué tiene de malo?

—Ahora tendré la misión imposible de convencer a papá

—Tranquila, yo hablo con él

Agacho la mirada, quizás su plática no solo se tratará del viaje, papá quería hablar de algo con Will, quizás se desate una batalla campal cuando sepa que busca una relación conmigo, ¡Dioses! Déjenme ganar una vez en la vida

—Will, yo… solo no quiero que tengas una pelea por mi culpa

—¿Por qué habría de pelear? Voy a convencer a Dom de que te deje ir, te voy a cuidar, no le veo problema

—Hablo del hecho de que seguro querrá saber tus intensiones conmigo y puede llegar a ser un poquito sobreprotector, ya sabes, es un padre celoso

Me da una sonrisa y ahora ambas manos suyas van a mis mejillas acunando mi rostro

—Voy a dejar las cosas claras con él, no soy un niño, yo no me asusto, somos adultos y si bien, es la bestia del apocalipsis y no debería tentar mi suerte, yo soy la guerra así que nadie se meterá con nadie, no habrá peleas ni nada que se le parezca porque quiero que esto salga bien para ambos, ¿Está claro, linda?

Asiento mientras me muerdo el labio, sonríe acercándose a mí y besa mi frente, de pronto siento un fuerte escalofrío que me sacude de pies a cabeza, mis sentidos se disparan, Will se pone rígido, el temor comienza a invadirme junto a la inquietud

—Will…

—Tranquila, yo también lo sentí, deja salgo a averiguar

Cuando está por salir del auto lo tomo por la muñeca, su atención va hacia mi

—Por favor cuídate

Digo con algo de preocupación, el aura que siento es obscura, tiene una esencia demoniaca, pero no la conozco, no se le parece a nada que haya percibido antes, admito que tengo miedo

—Voy a estar bien, te voy a cuidar, princesa

Me da un guiño y sale del auto, su aura aumenta, presto atención al frente, logro ver algo justo en la esquina de la calle, una especie de sombra, pero un centelleo rojizo me hace estremecer, sus ojos, ¿Qué es eso? No puede ser un íncubo o súcubo, ellos no tienen aura; la sombra desaparece de inmediato y Will entra al auto

—¿Lo viste?

—Si, pero no tengo idea de quien es, lo que si no hay duda de que se trate de un esbirro del infierno

—¿Esbirro?

—Un demonio menor, en algunas fechas especiales, por explicarlo de un modo, los esbirros tienen permiso de vagar por la tierra para alimentarse de las almas de los humanos, pueden andar de aquí para allá sin problemas, para hacerte esto más sencillo, he ahí el porqué de las posesiones demoniacas

—¡Oh! Eso si es interesante

—Creo que hablaré con tu padre y con Zeth al respecto, ya veremos lo que se trama este tipo, pero puedes estar tranquila

Arranca el motor y comienza a avanzar por la carretera, es difícil estar en calma cuando no conozco a todas las criaturas que me rodean, un esbirro del infierno, eso está de locos; Avanza despacio por el camino y se detiene en el primer semáforo en rojo

—Oye, quiero darte las gracias

—¿Por?

—Por todo, me defendiste del imbécil de Erick sin necesidad de hacerlo, fácilmente pudiste enviarme al carajo, pero te quedaste conmigo

Su mano libre va a la mía tomándola y la lleva a sus labios besándola, suspiro con ese toque, Will es relajante, tiene algo que me atrae, pero estoy confundida, necesito meditar

—Ya te dije que me gustas, no voy a rendirme solo por la opinión de un imbécil que no supo tratarte como te mereces, quiero construir mi propia opinión de ti, y hasta ahora, me gusta lo que conozco y quiero más de eso

—Eres increíble ¿sabías?

—Lo eres aún más, ahora, no quiero ser un pesado de lo peor, pero ¿Puedo verte mañana? Bueno, ya es media noche, ya es mañana, a lo que me refiero es…

Veo como sus mejillas se sonrojan, es adorable, a veces olvido que es nuevo en este mundo, apenas y convive con las personas, bueno, hay de convivencias a convivencias, a lo que me refiero es a que esta situación es completamente nueva para él, suspiro y lo interrumpo

—Tranquilo, si te entiendo, nos vemos más tarde, Will, quizás quieras empezar con las lecciones de videojuegos, seguro Domi estará feliz de que juegues contra él

—Tengo que ganarme a mi cuñado

Mis mejillas arden mientras retoma el camino, definitivamente es un hombre que sabe lo que quiere, quisiera tener la mitad de la seguridad que posee, me da un ligero apretón de mano, hasta ahorita noto que no me ha soltado, pero estoy bastante cómoda con su agarre

—Will, un paso a la vez

—Bien, puedo vivir con ello, pero, en definitiva, me encantaría que dijeras que sí

Suspiro y me recargo en mi asiento, cierro por un momento mis ojos, este auto es más cómodo que mi Audi, tengo un poco de sueño, bostezo cubriendo mi boca con mi mano libre

—Ya estamos por llegar, si quieres puedes dormir y yo te cargo hasta tu habitación, aunque seguro Dom se pondrá como loco

—Si, eso haría que papá terminara sacando a la bestia que lleva dentro

—Entonces, volviendo al tema ¿Puedo verte?

—Si, debo admitir que me agrada mucho tu compañía

Sonríe sin apartar los ojos del camino, noto que estamos justo a unos metros de la entrada principal de la propiedad, frena deteniéndose sin razón y se gira hacia mi

—Se que debemos ir un paso a la vez y te prometí no presionar las cosas, pero ¿Puedo besarte?

Trago en seco, un mariposeo se hace presente en la boca de mi estómago, ¿Qué estoy haciendo? ¿Estará bien esto? ¿Cómo debo actuar?; cierro los ojos un momento y apago mi cerebro, eso es, necesito dejar de pensar tanto y solo dejar que las cosas fluyan, suspiro y es ahí que siento como sus labios chocan con los míos a la vez que me toma por las mejillas, me dejo llevar correspondiéndole, es pausado, dulce, algo que jamás me imaginaría de su parte, me gusta mucho como se siente, su aroma es relajante, pero lo es más su aura, emana paz y me hace volar de una manera irresistible, su lengua roza mis labios pidiendo invadirme, se lo permito y el calor aumenta, mis manos se cuelan en su nuca acercándolo aún más a mí, ¡Calor! ¡Bendito y glorioso calor! Eres fuego, William Edevane, su mano inquieta baja por mi cuello, lentamente llega a uno de mis pechos y me da un suave apretón que me hace gemir rompiendo el beso, estoy más acelerada que un auto de carreras, mi pulso martillea ensordeciéndome, mi respiración es agitada y seguramente mis mejillas están sonrojadas ante semejante toque, ¡Carajo! Me acabo de bolsear con él en su auto, agacho la mirada, me siento apenada, pero él posa su mano debajo de mi mentón haciendo que lo mire

—Gracias, princesa, eres perfecta

No sé qué me mueve más, el beso caliente, el que por tocar mi pecho por encima de mi ropa haya hecho que mojara mis interiores por la excitación, o su forma de mirarme cuando dice cosas tiernas, después de todo, el vikingo es un estuche de sorpresas; me muerdo el labio y llevo mi mano a su mejilla acariciándolo, su barba me da cosquillas, jamás me hubiera imaginado que fuera un tierno corderito con un vocabulario de marinero

—Te salvaste de que mi labial sea indeleble o papá te patería el culo de aquí a China y de vuelta

—Más lejos debería patearme, aun así, vale toda la pena del mundo, ¡Mierda! Eres ardiente, creo debo ajustarme los vaqueros antes de bajar

Me sonrojo y por instinto mis ojos van a esa parte en específico de su anatomía, a pesar de la obscuridad, logro ver el bulto con ayuda de las luces del tablero del auto, ¡Dioses! Soy una pervertida, Miro de inmediato en otra dirección, creo que esta vez mi curiosidad si se pasó un poquito, el solo puede romper a carcajadas

—¿Qué?

—Estás más roja que salsa pomodoro

—¡Oye! No seas pesado

Protesto, me cruzo de brazos frunciendo el ceño, mi gesto no es para nada intimidante, Will ríe de nuevo hasta contagiarme

—Eso es, amo ese sonido, ahora, vamos para que tu padre me rompa la madre

Me da un guiño y retoma de nueva cuenta el camino, al estar frente la propiedad, Will usa sus habilidades para abrir la reja, solo puedo sentir una pequeña alteración en su aura y ese centelleo dorado en sus ojos

—La practicidad, nena

Asiento y sigue conduciendo solo unos metros más para aparcar el auto justo en la entrada principal de la mansión, apaga el motor y antes de salir, toma mi mano y se gira hacia mi

—Todo va a salir bien, prometo portarme a la altura, lo va a entender ¿ok? ¿Puedes confiar en mí?

—Si, aunque me parece precipitado que menciones de una relación entre tu y yo   

—Lo hago porque la confianza es la base de todo y no deja de ser tu padre, lo respeto y debo ganarme también su confianza

—Entiendo, solo cuídate ¿ok? Puede ser un poquito pesadito

Digo haciendo ademanes, se acerca y besa mi frente para enseguida bajar del auto, en un parpadeo aparece abriendo mi puerta para ayudarme a salir

—Vamos, siento su aura muy cerca

Tomo su mano y juntos caminamos hasta la puerta, busco las llaves en mi bolsillo, las pongo en la cerradura y la puerta se abre de inmediato sin necesidad de usarlas, justo frente a nosotros, papá con cara de pocos amigos

—Te prometí que hasta media noche y aquí está sana y salva

Suelta con tono de diversión, papá me da una mirada rápida y me sonrojo al instante, luego va de vuelta a Will rodando los ojos y negando con la cabeza

—Pasen, Jade, ve a tu habitación, necesito hablar con Will a solas

—Papi, no soy una niña, yo…

Levanta su mano para silenciarme y se estrecha el puente de la nariz entre sus dedos

—Por favor, necesito hablar con él

—Jade, tranquila, todo está increíble

El tono despreocupado de Will me inquieta un poquito, suspiro derrotada y antes de retirarme doy un beso en la mejilla a papá

—Buenas noches

—Buenas noches hija

—¿Y mi beso?

Su pregunta me deja rígida, papá frunce el ceño y lo fulmina con la mirada, su energía demoniaca aumenta, Alguien debe enseñarle a este jinete del apocalipsis a ser prudente, Will se acerca a mí y besa mi mejilla, solo siento como mi pulso se dispara ¡Dioses! Me dará un infarto

—Buenas noches, princesa

Me sonrojo al instante, papá se aclara la garganta llamando mi atención, bajo la mirada y antes de irme digo

—Buenas noches, grandote

Antes de que alguien pueda protestar, me giro en mis talones y dejo mi energía demoniaca fluir para aparecer enseguida en mi habitación, me dejo caer sobre el mullido colchón, es ahí cuando solo suspiro y pongo una sonrisa en mi rostro, tengo muchas cosas que pensar, pero todas ellas van al mismo camino, William Edevane

—¿Qué me estás haciendo, Will? Ahora tengo más dudas que respuestas, pero en verdad que eres genial

—Toc Toc

Escucho la voz de mamá del otro lado de la puerta, me incorporo de inmediato quedando sentada

—Pasa mamá

Abre y ahí ella con una sonrisa pícara, ¿Qué trama?

—¿Cómo te fue con William?

—Bastante bien, mamá, puedo decirte que es… peculiar, pero increíble   

Suspiro, esta noche creo que lo he hecho demasiadas veces, pero es algo inevitable, más cuando recuerdo esa escenita caliente en el auto

—Alguien hizo travesuras esta noche, ¿Te estás cuidando?

—¡Mamá! ¡Por dios! Solo fue un beso

Protesto, mis mejillas arden, ella ahoga una risita cubriendo su boca con su mano, ni cuando fui novia de Erick fue tan directa

—Tranquila, solo me aseguro que tu padre no pierda la cabeza

—¿No tuviste problemas con él?

—Una muy leve discusión, pero luego entendió que no serás una bebé toda la vida y que William es mejor tipo que Erick, aunque ya sabes todo el protocolo que suele hacer, tiene que hablar con él y ponerlo en su lugar

—Aún no somos nada, solo amigos

—Tú lo has dicho, aún, así que no está demás que tenga una plática de hombres con él

—Creo que papá lo hace porque está consciente que es el príncipe del círculo de la lujuria y no quiere saber que su hija caiga en sus prácticas

Suelto con diversión mientras mamá estalla a carcajadas, de pronto siento un fuerte escalofrío, mamá deja de reír y podemos sentir como el aura demoniaca de papá se dispara, en un abrir y cerrar de ojos, nos ponemos de pie y sujeto a mamá de su mano haciéndonos aparecer justo en el estudio

—¡¿Porqué con mi hija?!

Grita escandalizado, ¡Oh, oh! Creo que Will soltó la bomba, mamá se acerca rápidamente a papá y yo corro hasta el señor brutalmente honesto

—Dom, cariño, tranquilo

—Annie, este imbécil está enamorado de nuestra hija, ¡Es una bebé!

—Cielo, no es una bebé, ella y Amber son de la edad y nuestras hijas están casadas, jamás te habías puesto así, por favor, acompáñame un momento a la cocina   

—Dom, de verdad es algo que no pude evitar, siento que lo tomes así

Dice Will agachando la cabeza, me coloco a su lado, doy una mirada rápida a papá que arquea ambas cejas, pareciera desconcertado, no logro leerlo del todo, pero luego su mirada se dirige a mamá y tomando su mano se desmaterializan dejándonos solos en el lugar    

—Hiciste exactamente lo que te dije no hacer ¿Cierto?

—Si, pero es porque de verdad voy en serio, no quiero defraudarte de ningún modo

—¡Ay William! ¿Qué haré contigo?

—¿Estás molesta?

—¡No! Solo que debes de ponerte un poquito en el lugar de mi papá, tengo veintiún años, tú dices tener treinta y cinco, si bien en este mundo la diferencia de edad es de catorce años, que para muchos es una diferencia bastante significativa, imagínate para mi papá, tú y el son de la misma edad, o sea, tienes más de cinco mil, para él es difícil aceptar que alguien de su generación ande con su hija

Respira profundo, pero no me mira, llevo una de mis manos a su mejilla y lo acaricio con el pulgar, lleva su mano a la mía manteniéndola quieta justo en ese punto  

—Creo que ya entiendo, siento lo que hice, no quería que terminara así, pero yéndonos al punto de la diferencia de edad, ¿Te causa algún conflicto?

—No, creo que ambos somos adultos, la madurez no se da con los años y creo que tú y yo nos entendemos bien ¿Cierto?

Sus ojos van a los míos, el hecho de que se preocupe por un factor como la edad, me demuestra que realmente le interesa mi opinión, mi pregunta es, sí fuera alguien que se fijara en eso, ¿Qué haría? ¿Acaso tomaría otra apariencia?, creo que lo invadiré con mis preguntas otro día, pero me atrae bastante su imagen y no solo eso, su forma de ser tiene algo mágico que me gusta bastante; me da una sonrisa de medio lado asintiendo

—Ahora, ¿Qué le dijiste exactamente?

—Que estoy enamorado de ti y que me deje cuidarte, estar cerca tratando de ganar tu corazón

—Will, con eso le vas a provocar un jodido infarto, lo bueno que a los demonios no les dan esas cosas, pero te dije que un paso a la vez

—Tenme paciencia, soy nuevo con estas cosas

—Creo que tú y yo tenemos mucho que aprender, pero primero…

Me acerco aún más a él y aunque estoy en tacones hago un esfuerzo parándome de puntas para besar su mejilla, me percato de que cierra los ojos, pareciera que disfruta el tenerme cerca

—Solo sé un poco más empático con él, imagina que el caso fuera al revés, que alguien estuviera insinuando que quiere una relación con tu hija

—Seguro si tuviera una hija no se fijaría en cualquier imbécil, la criaríamos bien

Mis ojos se abren como platos y mi boca cae abierta, a ver ¿Cómo está eso de que la “criaríamos bien”? Todavía no tenemos una relación

—Will

—Lo sé, un paso a la vez, pero es divertido ver cómo te sonrojas, eres adorable

—No tienes remedio

—Si lo tengo

—¿Me podrías decir cuál es?

—Tu

Ruedo los ojos y sonríe, creo que su momento serio ya pasó y tenemos de vuelta al Will bromista, en definitiva, papá deberá tener paciencia al grado de santificarse de ser posible.