Diego se levantó, tomó desayuno en silencio, como cada día, y se fue a la casa de su padre. ―¿Cómo estás, hijo? ―Tengo un problema. ―¿Con que? ―Con Cristian Guerra. ―Cristian Guerra, ¿qué pasa con él? Viene recomendado por Patricio Montenegro y él mismo lo está entrenando en cómo se hacen las cosas aquí. ―Lo sé, es solo que... Anoche hizo todo un despliegue por una mujer. Tres de sus vehículos interceptaron a esta mujer en La Negra, a la salida de la ciudad, no sé si será una amante de él, una prostituta, no tengo idea, pero no me gusta nada. ―Lo entiendo. ¿Le preguntaste a Patricio? ―Él no tenía idea de nada, dijo que lo llamaría, después me habló de vuelta y me dijo que era una mujer que quería robarle uno de sus automóviles, cosa que por supuesto no es cierto, el auto qu