Capítulo 3

1020 Words
POV de Kian Saliendo de la habitación, tengo la sensación de que necesito volver con ella, pero aparto ese sentimiento y sigo caminando. Algo anda mal con esa mujer y necesitamos llegar al fondo. —¿Qué descubriste sobre ella? —mi beta Declan me pregunta en el momento en que salimos de la sala de interrogatorios.   —¡Justamente eso! No descubrí nada. ¡No tiene ningún olor! —le digo cuando avanzamos por el pasillo. —¡Extraño! Ella entró con los renegados que capturamos y ninguno de los guardias notó algo diferente en ella —dice cuando llegamos al final del pasillo. Miro alrededor y casi todas las celdas aquí abajo están ocupadas por renegados contra los que hemos estado luchando fuera del reino. Han atacado nuestras alianzas y todos están intentando descubrir qué está pasando aquí. —¡Descubre quién la capturó y maltrató! ¡Quiero saber el más mínimo detalle! —le digo antes de subir las escaleras. —Iré a hablar con la patrulla que los atrapó —dice y se va en dirección opuesta una vez que subimos las escaleras. Me dirijo al patio y camino hacia el castillo. Al entrar, me dirijo directamente a mi oficina. Este problema de los renegados al que nos hemos enfrentado últimamente nadie puede solucionarlo. Reviso algunos archivos en mi oficina cuando mi padre entra caminando. —¡Hola, hijo! Escuché que capturaste algunos renegados ayer. ¿Hay algo nuevo? —me pregunta antes de tomar asiento frente a mí. Pongo mis archivos en la mesa y me reclino en mi silla. —No, no hay nada. Ninguno de ellos dice una palabra, incluso cuando les damos una paliza, se mantienen callados —le digo. —Algo no está bien en todo esto. ¿Y no han encontrado nada sobre las desapariciones? —paso una mano por mi cabello y miro hacia abajo mis archivos. Hemos estado perdiendo a varias personas en el último año y ninguna manada ha encontrado rastro alguno de ellas. —Por ahora no hay nada nuevo —digo cuando alguien toca la puerta de mi oficina y Declan la abre. Va directamente a la silla al lado de mi padre y se sienta. —¿Encontraron algo? —le pregunto y él se reclina en su asiento. —Encontré al guardia que la capturó, pero ninguno tiene algo que decir sobre ella. Todo sucedió muy rápido. Cuando los dispararon con belladona de lobo, comenzaron a pelear entre ellos y una vez que los redujeron, la mayoría ya estaba golpeada —dice con el ceño fruncido y sé que hay algo más. —Y entonces… —le digo cuando él no sigue hablando. —Bueno, varios de nuestros guardias dicen haber visto al lobo blanco en la pelea —lo miro y está tan confundido como yo. El lobo blanco es extremadamente raro y no hemos tenido uno durante varios cientos de años. ¡Eso es por lo raro que son! Solo podemos leer sobre ellos en libros y dicen que cada lobo blanco tiene diferentes dones, algunos tienen varios y otros solo uno. Hace unos tres años comenzamos a escuchar rumores sobre un lobo blanco siendo avistado, lo que nos desconcierta más es que hay informes de todo el país y no de un lugar en específico. —¿Cómo podría ser y a dónde fue? —le pregunto. —Nadie vio qué le sucedió —suspira y se inclina hacia adelante. —¿Podría ser su líder? —pregunta la incógnita que he tenido en mi mente desde hace un tiempo. —Podría ser… —simplemente digo, tendré que bajar mañana yo mismo e interrogar a todos los que hayan sobrevivido durante la noche. Varios de ellos están en mal estado y es posible que no sobrevivan. —¡Salimos esta noche! ¿Por qué no te unes a nosotros? —Declan me pregunta y me mira. —No tengo tiempo —le digo con simpleza. —Hijo, creo que deberías hacerlo. Tal vez tengas una segunda oportunidad de encontrar a tu compañera ahí afuera, y no la encontrarás aquí adentro —dice mi padre y lo miro por un breve momento. Nunca les dije que ya la encontré hace tres años en el cementerio cuando acababa de enterrar a mi primera Mate. La eché fuera de mi reino, no quiero una compañera débil nuevamente y esa chica enfrente de mí era igual que mi primera pareja. Prefiero estar sin Mate que emparejado con otra débil. ¡Nunca he lamentado mi decisión! —No, no la tengo y no quiero una —les digo serio y vuelvo a revisar mis archivos. —Bueno, piénsalo, solo iremos a comer algo —dice Declan antes de levantarse de su silla y dirigirse a la puerta. La abre y sale, dejándome solo con mi padre en mi oficina. —Hijo, necesitas salir de estas paredes, han pasado tres años desde que murió. Es hora de seguir adelante —encogí mis hombros ante él. Ninguno de ellos entenderá si les hablo de ella, supongo que mis padres serán los que más les costará entender por qué lo hice. —Está bien, te dejaré hacerlo a tu manera —dice y se levanta de su asiento. Le doy un gesto con la cabeza antes de que salga de mi oficina. Cuando estoy solo, abro mi cajón y saco el archivo de abajo, no lo he revisado en varios años. Lo coloco en mi escritorio y lo abro. Sus hermosos ojos azules son lo primero que veo, se ve tan frágil e inocente en la foto. Después de echarla fuera de mi reino, descubrí que era la hija de mi guerrero principal y la buscaron día y noche durante casi seis meses antes de rendirse. Se fue sin dejar rastro una vez que salió de mi reino. Incluso ayudé a buscarla, una parte de mí solo quería saber a dónde fue, pero no había rastro de ella. Cerrando su archivo lo coloco de nuevo en el cajón y apago las luces en mi oficina antes de salir.
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