Nunca seré tuyo

Capítulo 1

POV de Selena

El camión se detiene y mi cuerpo se choca con alguien más a mi lado, estoy demasiado débil para moverme y apenas puedo abrir los ojos por la hinchazón en mi rostro. Escucho algunas voces y sé que son los hombres del rey, supongo que hemos llegado a su reino.

Las puertas del camión se abren y escucho algunos gritos antes de que los cuerpos sean arrastrados fuera del camión, manos vienen y me agarran, levantando mi cuerpo y lanzándome al suelo. Golpeo el duro concreto con un golpe sordo, mordiéndome la lengua para evitar hacer algún sonido.

Siento sangre derramándose de mi lengua y la escupo delante de mí, la sangre baja por mi mandíbula. Tratando de tomar conciencia de mi entorno con mis oídos, sé que éramos alrededor de quince personas en el camión y escuché más de un camión cuando llegamos aquí.

—¡Levántate, rufiana! —un guardia se detiene junto a mi cuerpo y me patea en el estómago. Todo el aire abandona mi cuerpo y tengo que abrazar mis brazos alrededor de mi estómago con dolor, tratando de abrir los ojos miro alrededor y en la esquina al ver de reojo, veo un hombre hermoso con un traje gris oscuro acercándose a nosotros.

¡Tengo la sensación de saber quién es!

Tiene otros tres hombres a su lado y por el aura que lo rodea ya puedo adivinar quién es y los hombres a su lado.

Tratando de incorporarme, me inclino hacia adelante y mantengo la cabeza baja, pase lo que pase, no se puede revelar mi verdadera identidad.

El hombre se acerca y tengo que mantener mi corazón latiendo, sé que notarán mi ritmo cardíaco si no lo mantengo estable.

Veo sus pies acercándose a donde estoy sentada en el suelo antes de que se detenga un poco frente a nosotros. Solo respiro lentamente y me concentro en mantener la cabeza baja, esperando que no me note.

—¿Es todo esto? —lo escucho decir y eso es todo lo que necesito saber, es él. Nunca olvidaré su voz mientras viva...

¡Mi compañero!

—Sí, mi rey —responde la voz de un guardia.

Manteniendo mis ojos fijos en el suelo, espero lo que está por venir.

—Llevenlos a los calabozos y comiencen a interrogarlos —ordena y los guardias comienzan a arrastrar a la gente hacia abajo por unas escaleras.

Un par de brazos vienen y me agarran antes de que me arrastren hacia las escaleras, él no se detiene y mi cuerpo rebota en cada escalón. Ya estoy muy golpeada y con cada paso hacia abajo en las escaleras, intento contener mis gemidos. No les daré esa satisfacción.

Al bajar el último escalón, el guardia me arrastra hacia adentro y tengo que intentar respirar a través del mal olor a sangre y fluidos corporales que golpean mi nariz en el momento en que entramos al edificio.

El guardia se detiene frente a una celda y abre la puerta antes de lanzarme dentro y caigo al suelo, golpeando mi cabeza contra el concreto, sintiendo cómo mi cabeza se rompe con el impacto y una sustancia cálida corre por mi mejilla.

No me queda energía para moverme y mi loba está inactiva por toda la belladona que nos han dado durante el viaje, no puedo curar mis heridas y manchas negras comienzan a bailar frente a mis ojos. ¡No lo combato ahora! Solo dejo que la oscuridad me absorba y me lleve lejos de este lugar.

Recuerdo el momento en que vi a mi compañero todos esos años atrás. Seguí un olor delicioso y me llevó al cementerio.

Se hizo más fuerte cuando caminé un poco más adentro y no pude resistirlo.

¡Ahí fue cuando lo vi! Él estaba junto a una nueva tumba con la espalda hacia mí, no necesitaba que se diera vuelta para saber que era mi compañero.

Me detuve en seco cuando vi junto a qué tumba estaba.

¡Maldiciendo a la diosa de la luna en mi cabeza! ¿Qué tan cruel podía ser?

Mi pareja es el rey Alfa... ¡Kian!

El rey de todos los hombres lobo y acaba de perder a su pareja, dijeron que ella estaba embarazada y era débil, no pudo sobrevivir a un embarazo y murió apenas un mes después de quedar embarazada.

¡La enterraron ayer!

Trato de retroceder lentamente sin hacer ningún ruido cuando lo veo oler el aire y girar lentamente.

Sus ojos se encuentran con los míos y mi aliento se detiene en mi cuerpo.

¡Es tan guapo! alto y muy musculoso. Pelo n***o y en la oscuridad puedo ver sus ojos ámbar brillantes.

¡Es increíblemente guapo!

—Mate —las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas.

—¡NO! —ruge hacia mí, dando largas zancadas hacia mí. Se pone justo frente a mí y tengo demasiado miedo como para siquiera respirar.

Toma mi barbilla con un firme agarre y levanta mi cabeza para mirarlo. Me mira fijamente a los ojos mientras salen chispas de su toque y respiro entrecortadamente por la sensación.

—No eres mi compañera. ¡Y nunca lo serás! —me escupe las palabras.

Está tan enojado que su aura alfa se escapa de él y apenas puedo respirar.

—Dejarás mi tierra y nunca volverás. Si alguna vez pones un pie en mis tierras de nuevo, te mataré a ti y a toda tu familia. ¿Está claro? —dice con tanto odio en su voz.

No puedo moverme, no puedo mirarlo a los ojos, el dolor que siento casi me hace caer al suelo. Creo que lo habría hecho si su agarre en mi barbilla no fuera tan fuerte, un gemido escapa de mis labios.

—¡He dicho que lo entiendas! —me grita y una lágrima resbala por mi mejilla, tengo que contener un sollozo por el dolor que siento.

Su agarre en mi barbilla se aprieta y todo lo que puedo hacer es asentir. Si su mirada pudiera matarme, estaría muerta ahora mismo.

Me suelta y caigo de rodillas. Intentando recogerme de todo este dolor emocional que siento.

—¡Ahora lárgate de mi jodida tierra! —grita con fuerza y su comando de alfa me envuelve y no puedo hacer más que obedecer.

Me levanto rápidamente y empiezo a correr.