LUKAS
Entré en la habitación con la esperanza de contarle a Sarahí la sorpresa que le había preparado. Pero la habitación estaba vacía. La puerta estaba cerrada. ¿Qué carajo? Caminé hasta el baño y nada. ¿Me ha dejado? ¿Se está escondiendo de mí? Entonces vi la puerta del balcón abierta.
—¡Maldita sea! —maldije en voz alta—. ¡MARTHA! —grité, y ella vino corriendo—. ¿Dónde coño está mi mujer? —solté, y sus ojos se abrieron de par en par.
—No lo sé, Lukas. La última vez que la vi fue cuando le llevé la cena —dijo con los ojos muy abiertos.
—Dile a Jake que venga al salón ahora —dije en voz baja. ¿Cómo coño se las arregló para salir? ¿Está fuera sola? j***r. No puedo evitar cerrar los puños. ¿Qué he hecho? ¡j***r! ¿Qué me pasa? Todo iba tan bien. ¿Qué tenía que hacer para joderlo todo?
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