[] POV: Jesús []
Estaba el otro día solo en casa, aburrido, buscando algo interesante en la TV. Mi novia había ido con sus amigas de cena, así que volvería tarde. Encontré que echaban una película porno, así que me puse a verla. Trataba de un colegio femenino, con un montón de mujeres jóvenes calientes y algún que otro profesor. Mi escena favorita fue, como no, una en que tres muchachas hacían el amor en las duchas. Eran realmente hermosas. Ademas, me fascinan las escenas lesbicas, con mujeres comiéndose el coño las unas a las otras.
En eso estaba cuando note como mi v***a comenzaba a responder, hinchándose bajo el pantalón. Se me puso realmente dura, por lo que comencé a acariciármela por encima del pantalón (era un pantalón corto) metiendo de vez en cuando la mano para sobarme los huevos. Noté como empezaba a humedecerseme el glande, pidiendo que terminara mi paja y lo llenara todo de leche. Así que me quite el pantaloncito y comencé a magrearme la v***a mas fuerte, en una escena en que una rubia con unas tetas impresionantes le estaba lamiendo el clítoris a una compañera mientras esta se acariciaba los pezones. Realmente excitado y apunto de correrme, escuché como alguien abría la puerta. Supuse que seria mi novia, por lo que decidí terminar con mi paja aun a costa de que se riera de mi.
Ella entro en el salón y se quedó junto a la puerta mirándome con los ojos muy abiertos. No dijo nada en principio, solo me miro y por sus ojos supe que había bebido un poquito de mas, ya que su mirada era lasciva, excitada por ver a su marido con la v***a en la mano pajeándose. Miro la TV y vio la escena lesbica, y mientras yo me acariciaba la v***a sin parar ella comenzó a desvestirse hasta quedarse desnuda. Eso me excito aun mas e hizo que mi v***a engordara mas, poniéndose roja bajo la presión de mi mano. Se sentó a mi lado y me miro la polla directamente. En ese estado yo ya no pude mas y me corrí como loco, derramando mi semen por el suelo y el sofá. Entonces ella me miro y me dijo:
— Eres un cerdo, mi amor. Ahora tendré que limpiarlo yo.
Y se agacho directa hasta envolver la punta de mi pene con sus labios, chupando la leche que aun quedaba en el. Paso su lengua por mi v***a y comenzó a chuparla aunque estaba estaba algo floja tras la corrida. Por el rabillo del ojo vi como una de sus manos buscaba mis huevos y la otra su v****a que es, por cierto, preciosa.
— Me encanta volver a casa y encontrarme a mi novio con la v***a preparada — me dijo — Ahora has conseguido que mi v****a también quiera jugar, y que lo coman como el de esas zorritas de la película.
— Has llegado caliente, eh? — le respondí.
— Quiero correrme contigo, mi amor. Quiero sentir ese m*****o tuyo en mi v****a esta noche.
Y tras decirme eso se tumbo en el sofá, con las piernas abiertas frente a mi, mostrándome toda su v****a. Hay que saber que a mi novia en ocasiones le gusta jugar. Le gusta que la trate como a una puta y la obligue a satisfacerme. Le encanta el sexo fuerte, pero eso ya lo comentaremos en otra ocasión. Ahora les diré que no pude evitar quedarme mirando su linda v****a, con un poco de vello por encima de la rajita y con un clítoris hinchado pidiendo guerra. Mi v***a respondió y se puso dura de nuevo, pero antes de follarme aquella v****a quería saborearla, por lo que acerque mi boca a su raja y, tras dejar escapar un hilillo de saliva sobre ella, dejé que mi boca la saboreara toda, jugando con mi lengua en su clítoris, en su v****a.
Comencé a lamérsela, con movimientos suaves al principio hasta que ella me dijo que " se lo comiera como a una perra ". Entonces las lamidas fueron mas intensas, succionando su clítoris, sus labios... Que rico sabor... Mientras, ella se acariciaba sus pechos, pellizcando sus pezones. Tiene unas tetas pequeñas, con unos pezones color café, duros en ese momento. Yo no pude aguantar mas y me puse sobre ella. Le chupe un poco sus pezones, mordisqueándolos, y la bese en la boca, compartiendo con ella su propio sabor, intercambiando nuestra saliva. Entonces, sentí su mano en mi v***a, como la dirigía sabiamente hacia su v****a, y note como esta envolvía mi m*****o, calidamente. Entonces una palabra sonó en mis oídos:
—¡Cógeme!
Y eso hice. La penetre con fuerza haciendo que ella gimiera y empece a mover mis caderas al mismo ritmo que ella, haciendo que mi v***a entrara y saliera de su coño. Vi como ella pasaba una de sus manos por su espalda hasta su culo y mientras me decía que no parase me di cuenta de que había empezado a meterse un dedo en su culo buscando mas placer. Estuve follandola unos 3 o 4 minutos hasta que me dijo que quería probar algo de nuevo, algo cerdo, que si me importaba. Yo estaba excitadísimo, así que le dije que adelanta y me obligo a tumbarme boca arriba. Mi v***a parecía el mástil de un barco y entonces ella se puso a horcajadas sobre mi cara y me dijo que le comiera el culo.
Eso hice, y comencé a lamerle el ano, escupiendo en el para lubricarlo puesto que veía lo que se avecinaba. Mientras ella se inclinaba para atrás y acariciaba mi v***a con su mano hasta que decidió que ya estaba bien. Entonces se aparto y se volvió a sentar sobre mi v***a, pero con su mano la dirigió hacia su culo y, suavemente, se la metió en el. Al principio costó un poco, ya que mi v***a hace rato no entraba por ahí, pero rápidamente los fluidos hicieron su trabajo y aquello fue muy placentero.
— Voy a acabar encima de ti — me avisó, y yo le dije que si con la cabeza.
Así que ella empezó a cabalgarme con mas fuerza, y ambos gemíamos y gritábamos como posesos hasta que los dos nos corrimos, y al mismo tiempo que mi leche se derramaba por su culo note como un fluido caliente caía sobre mi. Mi novia había logrado tener un squirt.