La Chispa de la Pasión

✦*✦ BRUNO ✦*✦ A veces estoy arriba y otras veces me estoy revolcando con alguna modelo o actriz, soy un amante complaciente, del buen vino y de las mujeres. Me encuentro en mi mejor momento, hago todo el dinero que necesito para darme el mayor de los placeres, vengo de una familia que por generaciones se compone de ejecutivos, abogados y empresarios. Cuando recuerdo mis raíces doy gracias a Dios por nacer en cuna de oro, la vida no es tan fácil porque tengo responsabilidades que cumplir, mi padre es un hombre recto y trabajador, hasta podría decir que es severo. Logré hacer crecer la fortuna familiar, algo de lo cual me siento orgulloso, mi vida no es complicada, mantengo a la vanguardia mi empresa de plástico y la de construcción, la cual esa última pertenece a mi familia, disfruto la vida viajando y gastando mi dinero en bellas mujeres. En mi casa tengo todo lo que necesito, aunque cuando estoy solo, me siento vacío y no sé qué es lo que me falta, quisiera saber qué es, para comprarlo y poder ser feliz. Es domingo decido no salir a ningún lado, quiero estar solo descansar de los excesos, que siento que la vida se me acorta por tantas fiestas. —Señor, le llego una carta de su padre. —¿Qué deseará el anciano ahora? —Al parecer es algo importante. —al abrir la carta, el mundo se me vino encima—¿Qué demonios quiere que haga? Me siento en el sillón de masaje, prendo un cigarrillo, analizo la carta, no es ningún favor, es una orden la que me está dando. CARTA. Para mi hijo mayor. Bruno, espero que al recibir esta carta estés gozando de perfecta salud, disculpa a tu viejo padre que no te había contactado antes, ya que con la muerte de mi esposa todo es más difícil, ser un padre soltero no es fácil, sabes que tengo bajo mi responsabilidad a tus dos hermanos menores. Bruno ha pasado algo muy delicado, quiero que te hagas cargo de eso. Un viejo amigo ha fallecido y su pequeña hija ha quedado desamparada, por la amistad que teníamos, me ha pedido ayuda por medio de un documento que dejo para mí, si él fallecía.  Aquí te dejo la dirección y el nombre de la nena, hijo no la dejes a su suerte, te ordeno que la busques y que la ayudes, de esa manera sentiré paz. Fin de la carta. Maldición, solamente esto me faltaba, ser el niñero de una chiquilla, porque mi padre me ha dejado tan grande responsabilidad, que voy a hacer, esto me cambia el humor que tenía, estoy jodido. Apreté mis puños, aún no creo que mi padre me haga esto, me siento en shock, de inmediato llamo a mi abogado para que se vaya a República Dominicana e investigue la muerte del amigo de mi padre y que haga lo necesario para que su hija esté bien. Yo correré con los gastos. Después de tres días tengo el informe en mi escritorio de la muerte de él, trabajaba con una compañía de construcción, como motorista de equipo pesado, al parecer sufrió un accidente, muriendo al instante, me dice que la chica tiene dieciséis años y que el dinero que le dio la constructora se cancelaron las deudas que ese hombre acumulo. Di orden para que la chica viviera en un apartamento seguro y con todo lo que ella requiera, le pague sus estudios, los cuales cada mes recibía sus calificaciones, es una chica muy aplicada. No me interese en irla a conocer, suficiente con los reportes que me da el abogado, el cual es el que está al pendiente de ella. Los días de semana me dedico en cuerpo y alma a mi empresa, ya que los negocios no caminan solos, tengo que vigilar cada movimiento, porque si no son perdidas para mí, mi secretaria entra a mi oficina para decirme que Blanca quiere hablar conmigo. Laura, mi amante de planta, la que más ha durado a mi lado, ella no me exige nada y cuando requiero de ella siempre está disponible. —Hágala pasar. —De inmediato señor. —la veo entrar con sus movimientos sensuales de caderas, incitándome a lo prohibido. —Hola, amor. Tenía tiempos sin verte, te me has perdido. —Hola, cariño, ¿qué te trae por aquí? —¿Quién más? —rodea el escritorio y se acomoda en mis piernas—Me tienes muy abandonada —acaricia mi rostro para luego besarme. —¡Discúlpame, nena! Mírame soy un esclavo del trabajo, deseará tener más tiempo para ti y complacerte. —No me descuides mucho, porque siento que muero lejos de ti. —No te preocupes esta noche, te compensaré. —En serio. Entonces te esperaré en mi apartamento, lista para la acción. —Ya sabes lo que me gusta. —Lo tengo listo para lucírtelo. —Entonces mientras termino mis pendientes puedes ir de compras, ten mi tarjeta y úsala como quieras. —Gracias, mi amor, te espero en la noche. —ella emocionada, ve la tarjeta negra que le he entregado, sabe que puede utilizarla a su antojo. La veo retirarse con su caminata coqueta que me enciende casi de inmediato, ella se detiene en el marco de la puerta, me voltea a ver y me tira un beso coqueto. Sonrió ante su acción, ella es la mujer incondicional, que no espera nada de mí, no exige nada, podría decir que es la mujer perfecta. Continúe con mis tareas, en eso veo un mensaje que acaba de llegar a mi correo electrónico. Lo abro y es mi abogado. Han pasado dos años desde que asumí la responsabilidad de la chica huérfana. El mensaje me indica que la chica quiere conocerme para el día de su cumpleaños número dieciocho. El abogado espera una respuesta pronta si podré o no ir a ese país. La verdad no me interesa conocerla, lo único que quiero es que termine sus estudios y se sepa valer por sí misma, si se quiere casar o tener hijos esa será su decisión, yo lo que quiero es cumplir con la voluntad de mi padre. Me pongo a pensar un momento antes de responderle, si decido ir tendría que ser este fin de semana, porque es la fecha de su cumpleaños. Me debato entre ir o no ir, no es relevante conocernos, además es una chiquilla mimada, llorona y consumida por la tragedia que ha pasado, por otro lado, no debo ser tan insensible, ella me quiere conocer. Nada pierdo con ir a ese país y conocer la mocosa, además es la hija del amigo de mi padre, me servirá de relax hacer este viaje, iré a ese país. En la noche pase una velada espectacular con Laura, nos divertimos en todas las posiciones posibles, esa mujer sabe lo que me gusta, no me quede a dormir con ella, porque no es mi estilo, no quiero que tomen una mala idea o se confundan y después quieran algo más formal. Me gusta dejarles claros que solamente son momentos de diversión, nada más. —Quédate conmigo, cariño. —me dice mientras me arreglo la ropa. —Lo siento cariño, reglas son reglas que no pienso quebrantar. —Eres malo conmigo, me abandonas por mucho tiempo y solo me das poco tiempo para disfrutarte. —Para la próxima vez será más tiempo, te lo prometo. —Ni modo, siempre se hacen las cosas a tu manera. —¿Sabes por qué eres mi preferida entre las demás? Así que no cruces la línea. —Está bien, ya entendí. —Mañana te haré llegar algunos regalos. —¡Deberás! Los esperaré con ansias. Le besé en la frente, agarré mi chaqueta y salí del apartamento de lujo que le estoy pagando. Luego, me subo a mi deportivo y regreso a casa, mi palacio, que no ha pisado los pies de ninguna mujer. Es un espacio exclusivo mío. Suspiro porque me da melancolía, solo de suponer que pronto estaré en ese país que ni siquiera conozco. Mi vida es de parrandas, amigos y mujeres bellas, ellas son mi perdición, mi suerte no puede ser mejor, así es la vida a unos les va bien a otros, no tanto, solo es cuestión de ingenio. Cojo el celular para comprar el boleto de avión, quiero tener todo listo, reserve una suite en uno de los hoteles de la ciudad donde ella reside, para que no se le complique llegar a verme, solamente será algo breve, al día siguiente me regreso. Decido llamar al abogado. —Dígame señor. —Ya tengo todo listo, llegaré este fin de semana, alquílame una camioneta, ya tengo reservada la habitación en el hotel. —Entendido, estaré esperándolo en el aeropuerto. —Reserva una mesa en el mejor restorán para llevarla a ella por su cumpleaños. —De inmediato. Ya tengo todo programado, no me gusta improvisar, todos mis movimientos tienen que estar bien organizados, me voy el sábado temprano y me regreso el domingo a primera hora. Escucharé cuáles son los planes que ella tiene y de ahí tomaré decisiones sobre su futuro. Mi habitación tiene la mejor vista de la ciudad, un sitio que puede ser tu bendición o tu perdición. Me complace tomar una copa de Vodka mientras reflexiono sobre mi compromiso con esa chiquilla, un hecho que me resulta sumamente molesto. Solamente de pensar que me toca decidir cosas sobre ella, algo de lo cual no estoy familiarizado, y si se pone a llorar y me arma una rabieta, no sé qué hacer ante eso, es un fastidio.