Cap 1
Mi querido Marco
¿Han escuchado alguna vez sobre un motorista sin licencia? no lo creo, al igual que a ustedes a mi también me parece extraño, y es que no podía creer que con lo que se supone que amo las motos aun no tenga mi licencia en mis manos de nuevo. Pero tenía una buena explicación para ello, la cuestión es que había estado tan enfrascada en los últimos acontecimientos, los exámenes finales de mi último año de universidad e ir acompañando a mi padre en la empresa que será mi herencia y patrimonio, para entender un poco más de ella, que no me había dado tiempo aun de pedir la cita para el proceso y volver a tenerla, les juro que no lo estaba posponiendo, además que no me gusta para nada andar en automóvil por la ciudad en hora pico, me genera ganas de tirarme por la ventanilla hacia un puente, la paciencia nunca ha sido mi virtud más fuerte.
A consecuencia de mi trágico accidente de pérdida de mochila, mi madre me ha dado su automóvil para que yo me movilice y mi padre la lleva a ella al trabajo ahora cada día, lo cual en realidad les ha caído fantástico ( y sospecharia que me lo ha dado para ese fin pero la verdad es que mi madre es el ser más desinteresado y benévolo que he conocido, así que no sería justo ni siquiera pensarlo, de hecho a veces pienso como puede existir y si alguna vez había hecho mal, por que siento que no podría llegar a ser ni la mitad de generosa de lo que ella es, ni dando mi mayor esfuerzo,, en fin.
Mi madre trabaja en uno de los orfanatos que mi padre ha fundado, es una persona tan dulce, carismática, paciente y agradable (ya se lo que piensan, pero no le estoy halagando, es tan real que incluso a veces podría tomarlo como defectos en vez de cualidades) y estar al frente de las organizaciones benéficas es el trabajo de sus sueños, la he visitado cientos de veces para llevar o traer informes y su capacidad para irradiar amor ha donde va es inmensa, todos sus empleados la aman, por supuesto que los niños a los que cuida y los clientes que la visitan también.
Miro otra vez el reloj cuando vuelvo a quedar atascada en el tráfico en el carro de mi madre que me ha regalado hace unas semanas, tengo que sacar el tiempo para solicitar de nuevo mi tarjeta para conducir, sigo repitiendolo en mi mente, casi acabando mi paciencia en medio del tráfico por que ya voy retrasada. Pero sobre todo bastante harta de ir lento y sin sentir el viento contra mi cuerpo mientras subo la velocidad de mi bebe preciosa Kiki, una de las cosas que más extraño.
Desde hace un tiempo mi vida ha estado tranquila, tan tranquila que se que en cualquier momento algo me alcanzará y volara en pedazos la tranquilidad que estoy sintiendo, aun recuerdo la ultima escena que me llevo a alejarme de todo aquello tanto como pudiera, de como pasamos de ser las famosas máquinas y ser siete a quedar 5 de nosotros hechos trizas sin ninguna gana de intentar volver.
Rogelio, el dueño de casi todo lo ilegal en lo que estábamos rodeado, no es una persona considerada pacifica así que tengo por seguro que en algún momento vendrá a jodernos la vida, lo ha hecho varias veces, es más que lógico que lo seguirá haciendo mientras nosotros no lo detengamos, y es obvio que no lo vamos a detener, no ahora que solo somos 5.
Recuerdo que mi vida era sencilla, una adolescente que de repente se volvió "rica" que sus padres miman de más, y con lo que me gustaba la tranquilidad, yo misma decidí arruinarla, Daniel, un chico tranquilo, de tez pálida como yo, ojos color chocolate y cabello oscuro y denso, solíamos parecernos un poco ambos era normal que lleváramos el pelo un poco alborotado, las ropas parecidas y unas grandes ojeras, que cuando nos hicimos grandes yo tapaba con corrector, y el solía lucirlas de una manera que marcaban su rostro y lo hacían ver más guapo, al menos para mí era así, mi mejor amigo desde que recordaba, nuestras familias eran de la misma calle y nuestros padres se habían llevado muy bien desde que estábamos en el vientre de nuestras respectivas madres, fuimos creciendo juntos, entre hormonas, adrenalina y compartiendo una misma pasión... Las motos, Daniel y yo nos encargábamos de ver las carreras más famosas de motos que existieran, y cuando tuvimos edad suficiente pedimos cada uno nuestras motos, fueron regalo de nuestro cumpleaños, nuestros padres estaban felices de vernos tan unidos, salíamos diariamente en nuestras motos, a una autopista cercana antes del atardecer, nos sentábamos a comernos una merienda y luego llegábamos a casa juntos, así empezamos a andar moto, luego notamos que nos gustaba la adrenalina e íbamos casi a diario primero a una pista cercana a correr un poco en nuestras motos, veíamos el atardecer y nos devolvíamos juntos cada vez, tiempo después Daniel no se como, había encontrado un grupo de amigos con los mismos gustos que nosotros, un grupo de chicos que parecían agradables pero después de esos días no volvimos a ver más nunca, nos habían invitado a una carrera de motos, ilegal para ser precisos, y Daniel estaba emocionado, el siempre me hacia parte de sus planes, y a donde el fuera yo estaba segura que iría, nos habíamos convertido casi en uno, así que cuando surgió la chispa a nadie le extraño, el era sobre protector, dulce, amable y veía siempre por mi, y yo por él, el era todo aquello a lo que yo diría que si, siempre. ¿O no?
Habíamos aceptado ir a aquel lugar, lo que no sabíamos es que si ibas una vez, terminarías atado a un mundo que aun no conocíamos de forma fatídica e irremediable, eramos demasiado inocentes para entenderlo en ese momento.
Una chica y un chico muy arrogantes, dos de los amigos nuevos de Daniel, se habían encargado de anotarnos, o mejor dicho a Daniel pero como les dije o lo hacíamos juntos o no hacíamos nada, el parecía más bien apático de que estuviera junto a él, pero no me pareció tan extraño, asumí que eran nervios de la carrera seguro, así que ambos terminamos corriendo ese día. Yo soy una chica de tamaño promedio pero para la mayoría pequeña, delgada y que pensarías que al romperse una uña se echaría a llorar, así que ninguno apostó por mi, nadie creía que yo pudiese siquiera quedar de finalista, pero Daniel y yo habiamos practicado lo suficiente para ser muy buenos en lo que nos gustaba, nos entendíamos y coordinabamos a la perfección, y a mi nunca me había gustado perder. Ese día ganamos juntos una carrera, y perdimos muchas cosas más de las que nos arrepentiríamos más adelante, yo lo perdí a el y aunque existiese ahora Marco, las cosas nunca serian como antes, nunca tendría la clase de felicidad de cuando era solo una chica adolescente e ingenua, aun cuando Marco era mi ahora mejor amigo, nada era lo mismo, Marco me había conocido ya rota y corrupta, solo los pedazos de lo que un día fui y ya no podía ser, aun así lo amaba de manera intensa y desmedida, a el y todo lo que traía consigo, una familia cariñosa, un alma bondadosa aunque rota igual que la mía, supongo que por eso coincidimos mejor, las almas rotas se reconocen unas a otras cuando se miran a los ojos, reconocen el miedo, el dolor, la angustia y el desespero, y se hacen compañía por que saben que juntas pueden mucho más que estando separadas.
Marco y yo aun nos lamíamos las heridas cuales gatos acicalándose cuando nos conocidos, y yo supongo que por eso justo ahora somos quienes somos. Hace unas semanas había ocurrido de nuevo otro "accidente", solo alcanzamos a huir, pero en el proceso tuvimos que deshacernos de las cosas que teníamos encima, mi desesperación me llevo a terminar con una de mis mochilas favoritas quemada en una fogata improvisada en medio del patio de la casa de Marco que aprovechamos por que no estaba nadie, luego nos sentamos como si hubiésemos estado toda la tarde entre malvavisco y charlas y no entre motos, sangre y problemas, la peor parte era esconder las heridas, o inventar excusas cuando los moretones eran visibles, y luego de esto iban las excusas, eran lo peor mentira tras mentira, y debíamos recordar todas ellas, esta en especial Marco le había dicho a su madre que le habían hurtado su mochila en la universidad y por fortuna no tenia nada de valor allí, yo había cometido en cambio la idiotez de quemar mis documentos, y dos de mis libros de universidad junto con mi mochila, así que para mis padres perdí la mochila un día que salí con los chicos a una discoteca cerca de la universidad, y lo más probable es que el que la encontrara no quisiera devolverla por el dinero que había dentro, no podrían ni estar cerca de las razones por las que ni siquiera podía intentar poner rescate para dar con mis documentos, nunca los iban a encontrar, o tal vez si, entre las cenizas de la basura de Marco podría encontrar algún pedazo de plástico derretido. Cada vez que pienso en esto me hundo en mi misma, siento que mis padres jamás podrían perdonarme todo lo que hemos ocasionado si lo supieran. Extraño salir en mi bebé hermosa, extraño sentirme libre una vez al día mientras corro zigzagueando entre el trafico para no llegar tarde. Tengo mucho tiempo sin correr en una pista, ni siquiera en aquellas autorizadas en las que puedo correr sola si deseo, sin ningún tipo de complicación y aunque a veces quisiera hacerlo de nuevo, todavía no me siento preparada, así como la mayoría de la banda. Decido llamar a Marco al llegar a otro semáforo en rojo, estoy segura que ni siquiera a salido de su casa, puede que ni haya salido del baño la verdad, por que al estar en la bebe roja que siempre anda, dura menos de 15 minutos en llegar a la empresa, eso es seguro
Mientras mi teléfono repica llamando a Marco pienso en la empresa de mi padre, si, en definitiva antes de llegar a la empresa de mi padre quiero sentir libertad por que, se muy bien todo lo que me espera al llegar, verán no me malinterpreten, mi padre es un ser humano increíble, es un muy buen jefe, entregado en las horas que esta en su oficina a su trabajo y a la empresa que le ha dado todo, y si esperan que les digan que en casa es igual déjenme decirles que no se equivocan, ha sido un padre y esposo excelente, se que mis padres tienen sus problemas y defectos, pero hacen todo con una pasión y amor que no deja dudas de que podrían hacer lo que se propusieran, ellos no son el problema, ni siquiera es es la universidad, he sido buena alumna, no tengo un promedio del todo perfecto, pero me he quemado las pestañas para obtener buenas notas, tal es ahí radica uno de mis problemas, quiero hacer las cosas bien, quiero seguir siendo una gran alumna, pero también compartir con mi familia, tener mi tiempo para mi misma e incluso salir con mis amigos, lo he intentado este año y déjenme decirles, no se como he hecho. Estas semanas han sido un caos, apenas ayer pude dormir algo más de 4 horas y eso fue por que me quede dormida encima de mis apuntes de estadística y análisis matemático. Estoy en el ultimo año de carrera en la universidad, tratando de crearme un nombre y puesto en la empresa y que no solo este aquí por el apellido, que por supuesto que así es, estoy aquí por que mi familia fundó y lidero esta compañía y siento que tengo un deber con aprender y no dar por hecho lo que ya tenemos.
Marco me ha contestado pensando que yo ya había llegado a la empresa.
Estoy en camino.- dice rápido mientras contesta.
No es cierto, hasta ahora debes estar saliendo de casa Guapura.- le contestó de la misma manera.
¿Como lo sabes?.- pregunta en tono de ofendido.
Apenas termina de hablar digo enumerando rápido:
1.Eres muy obvio...
2. Aun así apenas y se puede escuchar el viento, siempre vienes en Eve así que no creo que hayas decidido venir en autobús o taxi sabiendo que puedes llegar antes en tu motocicleta, eso y que si no vienes en la moto llegaras tarde
Ohh Dios mio, ¿por que tienes que ser tan molesta a veces? tu padre me hubiese contestado un simple ok, no llegues tarde... Eres muy irritante a veces Lulu.- dice Marco y como sonido amortiguado escucho como debe estar sacando su moto del garaje.
Estoy segura que Dios no debe escucharte, vives metiéndote en líos no eres su hijo favorito, ya debe estar harto de ti y de mi.- le digo ante su primer comentario.- No importa no he llamado para pelearte por llegar tarde, es por que yo lo haré si tu no me buscas, estoy entre la cafetería favorita de Mamá y la casa de Juan.
Escucho como Marco responde con un gruñido ante la mención de Juan , mi compañero de universidad.- lo ignoro y sigo diciéndole.- voy a llevar el carro de Mamá para la empresa de Fabio, búscame allá por favor.
Cruzo apenas el semáforo cambia de color desviándome al nuevo destino, al llegar a la empresa antes de entrar llamo a Fabio para conmunicarle que me estacionare en su empresa y luego vengo a buscar el auto de mamá, el acepta siendo gentil como siempre y me cuelga para comunicarse con la seguridad de su empresa para dar órdenes al estacionamiento de dejarme pasar, apenas estoy llegando al lugar, me detengo un momento para hablar con el chico de seguridad que está en el cubículo y este de inmediato me deja entrar sin siquiera preguntarme, al salir busco mi hermosa cazadora negra y me la pongo por encima de la blusa de lino regalo de mis abuelos que he traído hoy, y salgo dándole las gracias al vigilante por su atención y salgo arreglándome para esperar a Marco, por que se que no tardará demasiado.
No han pasado ni 10 minutos cuando lo diviso entre el trafico, aunque no tengo la ropa mas cómoda para ir en motocicleta, la falda no es un problema cuando veo la preciosidad roja que viene esquivando el tráfico, no ha demorado nada en llegar, lo envidio rotundamente por que yo ya tenia al menos media hora en el trafico antes de decidir llamarlo y el vive más lejos que yo.
Marco, el dueño de Eve y mi mejor amigo desde que lo he conocido, tiene esa preciosa personalidad que necesito en mi vida siempre, es un amante de la adrenalina, esta precioso, lo sabe y tiene un ego del demonio por ello, pero sobre todo, cuando lo conoces ves que aunque por supuesto que es esa persona superficial, egocéntrico y galán, no es más que solo la cascara de todo su ser, un ser increíble, talentoso, luchador que sabe como tratarme sin necesidad de palabras adornadas , es el hombre más increíble que he visto andar moto y no tiene miedo a decirme cuando y como la he cargado si lo he hecho, no me infravalora por ser menor , o tener menos estatura que el promedio y muchísimo menos por lo que tengo o no entre las piernas, puede ser un rudo a veces pues el siempre dice lo que debe decir sin ponerse a pensar en si te podría doler o hacer daño, es una persona directa pero sin ser grosera, probablemente te sientas ofendido por sus palabras en algún momento incluso cuando ni siquiera es su meta el hacerte daño, y siendo la niña de casa, nunca había encontrado quien le prestara más atención a lo que se y lo que valgo como ser que a lo que costase mi casa, o la ropa que llevo puesta, y su vez que me tratase como su igual, va más allá de protegerme, el se arriesga conmigo.
Marco pisa el freno estacionando su motocicleta frente a mi para que me suba y antes de que termine de acomodarme en el asiento trasero, el ya está arrancando nuevamente vía a mi trabajo.
Anda pero ¿así es como tratas a la gente que subes a tu moto?.- digo en tono de burla, por que sabe que no me interesa en lo más mínimo que lo haya hecho.
No, solamente a los que no quiero encima de ella.- me responde en el mismo tono en el que yo me he burlado.
No han pasado ni ocho minutos zigzaguean cuando puedo ya alcanzar a divisar la torre que se refleja como azul y n***o en el sol de mañana por sus ventanales reflectores Global Y asociados.
La empresa que mi familia a construido con gran esmero, La torre del periódico local que se fue acrecentando con los años y logró ser conocida y dar empleo a cientos de personas tras sus proyectos sustentando así a Ciudad Arena y haciendo crecer ante el ojo publico nacional e internacional. El periódico El global genera miles de copias diarias para mantener informado a sus habitantes, pero no es solo eso, El global ha construido a su alrededor una red de mini empresas, causas sociales, caridades, orfanatos y maquinaria de desarrollo sustentable para la ciudad y el país entero. Mi padre había hecho un excelente trabajo desde que se monto, siguiendo el legado de mis ancestros y dándole más vida, trabajo y cuidado a la ciudad que ningún otro empresario había hecho. convirtiendo al Global en un punto de mira publica, pues de la nada cuando su empresa casi se derrumba por una malversación de fondos y lavado interno del hombre que por mucho tiempo llamo su mejor amigo, mi padre había vuelto a resurgir con su empresa, con nuevos socios, nuevas reglas y nuevos empleados. Había sido tal vez la desgracia más grande de su vida y el no se había rendido y la había convertido en la oportunidad más grande que pudo haber pensando.
Y notando como nos vamos acercando cada vez mas rápido pienso que aunque dije que no quería llegar tarde justo ahora estoy rogando por 5 minutos más en mi interior, por que necesito estar un rato más en la moto, relajándome, sintiéndome libre, fresca, como cuando estoy en Kiki.
Marco va bajando la velocidad mientras vamos quedando al frente del edificio con el nombre grande que anuncia: Periódico el Global y asoc.
Hey guapura gracias por el aventón, no habría llegado de no ser por la belleza debajo de ti.- le digo al bajarme de la moto a Marco y aunque le fastidie que le diga guapura, ya me sonríe como un niño y luego la tuerce a la típica sonrisa de coquetear que tiene.
Anda, si yo se que te fascina verme no tienes que ocultarlo y siempre buscas motivo Lu, como decirte que no y dejes de ver mi hermosa figura, cuando la deseas tanto. - dice Marco- pero para la próxima nena me puedes decir que quieres verme y yo siempre te atiendo.- termina mientras me guiña su ojo.
No puedo creer Don guapura que tu egocentrismo sea tan grande, pero la verdad si se tratase de verte, creo que definitivamente a quien más extrañaría es esta bebe hermosa.- le digo mientras le doy una palmada en la parte delantera a Eve.- la posesión mas valiosa de Marco Serna, después de su increíble mamita.
Bueno, podemos tener algunas diferencias en cuanto a mis posesiones más valiosas.- dice en otro tono y yo me adelanto.
Definitivamente las que más valdrína la pena serian Jessi & Eve así que , para mi es tu posesión mas valiosa cariño.- le respondo.- Vivo y muero por estar con ella cada vez que no tengo a mi Kiki cerca, tu solo eres quien la suele traer a mi, así que eres la terrible consecuencia por ver a mi hermosa Eve. termino diciendo lanzando un beso al aire para su motos. Y mientas Marco llevaba a Eve al estacionamiento, y regresaba yo subía los escalones principales que daban al interior de la empresa de mi papá recordando como conocí a mi querido Marco.