El sol brillaba sobre la playa de Bygone mientras Sonic, Knuckles, Tails, Sticks y Amy disfrutaban de un emocionante juego de vóley. Las risas resonaban mientras saltaban y golpeaban la pelota con entusiasmo.
Amy, con determinación, se preparó para un poderoso remate. "¡Aquí voy!" exclamó, saltando con toda su fuerza. Sin embargo, su salto fue más alto de lo esperado, y el remate terminó con un choque desafortunado contra el poste.
"¡Amy, cuidado!" gritó Sonic mientras corría hacia ella.
Amy se tambaleó un poco, sosteniéndose la cabeza y el brazo. "Ay, eso dolió..." murmuró.
Knuckles, con una sonrisa burlona, comentó: "Eso fue un remate realmente alto, Amy. Tal vez deberías probar con menos potencia".
Sticks, siempre peculiar, agregó: "¡Eso es lo que obtienes por desafiar la gravedad, Amy!"
Tails, más preocupado, se acercó. "¿Estás bien, Amy? ¿Necesitas ayuda?"
Amy, frotándose la cabeza, respondió: "Solo un pequeño golpe en el orgullo, chicos. Estoy bien, gracias".
Sonic sonrió y le ofreció una mano para levantarla. "Bien, ¡continuemos el juego! Pero tal vez reduzcamos la altura de esos remates, ¿eh, Amy?"
El grupo rió, y Amy asintió, dispuesta a seguir disfrutando del día soleado en la playa de Bygone.