Poco a poco Ana se fue olvidando de que quería salir embarazada y se enfocaba a gozar del momento que tenía con Mikhail en la cama matrimonial. Él aprovechaba seguir activando los puntos indicados por el galeno c***o hasta cuando estaban haciendo el amor, ya que en los previos acariciaba el vientre de Ana más que nada para despertar el punto debajo del ombligo, así como el de las muñecas al sujetarlas y llevarlas por encima de la cabeza de Ana. El de la coronilla lo masajeaba cada vez que la besaba y el de la pierna lo hacía cuando en la penetración Mikhail subía las piernas de Ana sobre sus hombros, una posición que a ambos les encantaba y él aprovechaba para sus fines. Unas semanas después llegaron las náuseas matutinas y Ana cayó en la cuenta de que su período estaba retardado. Como no