Capítulo 2. Sin Salida
1238 Words
Sin Salida
Narra Lucy
Me despierto en medio de las llamas del incendio, creí que ese último segundo antes de entrar a la oscuridad de la inconsciencia era la última vez que vería la luz, que ya a estas alturas estaría muerta, pero por algún tipo de milagro aún no lo estoy,
Me doy cuenta de que aún estoy en medio de las llamas y algo cubre mi rostro, levanto mi mano adolorida y alcanzó a quitarme lo que tengo encima para darme cuenta que es una especie de Máscara de Oxígeno, veo a mi alrededor y no puedo divisar a Ana por ningún lado pero si a un hombre tirado en el suelo cerca de mí, hay demasiado humo en el lugar y veo como poco a poco se cae a pedazos.
Por cómo está vestido asumo que es un bombero y me arrastro hasta donde está él para verificar que sigue vivo, seria una desgracia que alguien muriera por solo venir a rescatarme.
Lo muevo y aún está con los ojos cerrados y la respiración pesada «¡Maldición! Seguro me dió su máscara de oxígeno, me levanto poco a poco con las escasas fuerzas que me quedan y me devuelvo al lugar donde la dejé.
Cuando llegó a él, el fuego está mucho más cerca de nosotros, se la colocó en el rostro deseando que despierte porque yo no sé qué carajos hacer y sin su ayuda de aquí salimos carbonizados los dos.
«Vamos, Vamos, despierta» es lo único que puedo pensar mientras comienzo a toser descontroladamente por la falta de oxígeno y la inhalación de humo.
Poco a poco abre sus ojos, tarda en reaccionar pero lo hace
—Gracias al cielo— exclamo y él abre sus ojos sorprendido al darse cuenta de dónde estamos.
Se arranca la máscara de oxígeno y me la coloca mientras toca la pequeña bombona que suministra el vital aire que ambos necesitamos en este momento
—Esto úsalo tú— me dice mientras se pone de pie lentamente, comienza a mirar a todos lados y apunta hacia una ventana, me da la mano y me pega a su cuerpo para cubrirme del fuego, caminamos poco a poco mientras evitamos fuego y escombro hasta que se detiene mirando preocupado a todos lados.
Una pila de escombros cae a mi lado, «¡Por Dios nos vamos a Morir!» es el pensamiento que ocupa mi mente y el se asoma por la ventana a través del cristal.
—Es una caída larga pero es la única salida— me dice concentrado en sacarnos de aquí, veo cómo se cubre el rostro y con su codo rompe el cristal abriéndonos paso a la ventana, me hace señas para que me acerque a él y aunque no quiera debo hacerlo porque el fuego nos acorrala más y más.
Me asomó por la ventana y en efecto es una caída de más de diez metros, abajo no hay absolutamente nada que amortigüe el golpe y el pánico se adueña de mi.
Comienzo a negar con la cabeza y a retroceder un poco
—No, No puedo—le digo siendo sincera— eso es un suicidio— me cruzo de brazos y me plantó en mi sitio, seguramente debe haber otra opción.
El resopla molesto y gira sus ojos
—Es esto o morirte achicharrada y no pienso dejar que te mueras, así que ven— me ofrece su mano y yo niego
—Sino morimos aquí moriremos como calcomanías aplastados en el suelo con los sesos regados en el piso— me quito la máscara para que pueda escucharme mejor, el sonido aterrador del fuego y el calor crece y crece más, lo veo acercarse y detenerse frente a mí
—¿Quieres cargar con otra muerte en tu otra vida? Porque no pienso irme sin ti— me dice apretando los dientes
—Tengo miedo— confieso
—Confía en mí— me pide
—¡Al Carajo!— se quita el casco y me lo pone en la cabeza y se agacha me toma por las piernas y me carga sobre su hombro, tengo que sostener el casco para que no se caiga, trato de forcejear con él un poco pero le da igual, continúa su camino hasta llegar a la ventana, que al menos es lo suficientemente grande para que quepa de pie
—No puedo— le digo presa del miedo
—Tranquila, yo te cuido— se balancea un poco, tomando impulso para saltar y yo lo único que puedo hacer es cerrar los ojos deseando quedar viva y completa cuando lleguemos al suelo.
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Narra Lucas
Desde que abrí mis ojos pensé que estaba viendo a un angel, porque cuando caí y me ví sin salida alguna, sin oxígeno y sin fuerzas creí que hasta aquí había llegado yo, el primer día como teniente del escuadrón 51 y termino muerto por una estupidez, bueno, no puedo llamar estupidez intentar con todas mis fuerzas salvar a una persona, estupidez es quedar idiotizado por una chica de la cual ni siquiera sé su nombre a penas la Vi, eso sí es una estupidez. «Ya déjate de tonterías Lucas, fíjate en el objetivo, como siempre lo haces, el cual es salir de aquí, no puedes dejar que ella muera, ella no»
Me levanto del suelo con las pocas fuerzas que me quedan, sé que el hecho de inhalar tanto humo traerá consecuencias más adelante, por algo nunca debemos quitarnos las máscaras, pero este es un mal necesario, camino hacia la ventana, es más grande de lo que pensé, y veo la altura a la que nos encontramos, claro que tengo miedo, pero mi trabajo me ha enseñado a ocultarlo, rompo el vidrio quitaron los trozos de cristal que puedan lastimarnos y veo como cada vez más es intenso el fuego, es una suerte que aún el edificio esté el pie y una bendición el hecho de que ambos sigamos vivos.
Tengo que pelear con ella para convencerla de venir conmigo, nunca imaginé que una persona fuese tan terca hasta para salvar su propia vida, me exaspera por completo al punto que decido ponerla entre la espada y la pared, porque no pienso irme de aquí sin ella.
—Es esto o morirte achicharrada y no pienso dejar que te mueras, así que ven— le digo cansado de sus tonterías porque el tiempo se agotado de su tontería
Me brinda una excusa a la que no puedo restarle importancia, pero con mi opción al menos tenemos una salida, no me queda más remedio que hacer esto por la fuerza, aunque juego mi última carta diciéndole que confíe en mí, pero claro, soy un desconocido, ¿Cómo confiaría en mí?
Ya no nos queda más tiempo y decido cargarla en mi hombro, la adrenalina del momento tiene mis sentidos agudizados y me paro en la ventana, tomando el impulso mientras ella lucha de forma inútil para que la baje, respiro profundo y la tomo con fuerza, esperando que todo termine bien, cuento en retroceso desde el 3 y me preparo para saltar
3
2
1
Salto, cayendo al vacío mientras la siento aferrarse a mi con miedo mientras grita.
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Hola Nenas, espero se encuentren bien, les confieso que estoy emocionada y asustada, solo quiero que llegue YA septiembre! Espero me brinden todo su apoyo.
Besitos y abrazos
Ava
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