El trayecto a la casa de los Morgan es corto, y al llegar notamos que Sara aún sigue dormida. Eso por un lado es bueno para ella, sólo que el pensar que de una u otra forma ella deberá afrontar este duelo… Será algo desastrosamente doloroso. El señor y la señora Morgan están en la cocina, organizando algunas cosas a las que no les presto atención. Mi madre y Lía pasan a la cocina, con ellos. Busco a Andy y supongo que debe de estar arriba, junto con Sara. Subo las escaleras y la puerta de su habitación esta apenas abierta. Hay una tenue luz iluminando, por lo que sé que dejó una de las cortinas atada para que pase la luz exterior. Y ahí la veo, dormida profundamente y cobijada hasta la nariz como sé que le gusta. De niñas siempre dormía así, alegando que le trasmitía protección para los m